Arpe continúa al frente de Capitalia tras pedir disculpas al presidente
Matteo Arpe mantendrá finalmente su puesto como consejero delegado de Capitalia, la cuarta entidad financiera de Italia. El ejecutivo ha evitado un cese que parecía inminente tras remitir una carta de disculpa al presidente del banco, Cesare Geronzi, con quien había mantenido fuertes diferencias.
Geronzi había convocado para ayer una reunión del consejo con el fin de votar el despido de Arpe. La relación entre los dos directivos se había deteriorado en los últimos tiempos debido, entre otras cuestiones, a la estrategia a seguir por el grupo.
El presidente abogaba por mantener la independencia de la entidad reforzando su núcleo duro. Para ello, había iniciado acercamientos al magnate francés Vincent Bollore y al Grupo Santander, que controla un 1,89% del banco. Por contra, el consejero delegado se mostraba partidario de participar en el proceso de consolidación que vive el sector en el país transalpino desde que, en 2005, se hizo cargo del Banco de Italia Mario Draghi.
'Estoy profundamente entristecido porque los acontecimientos recientes puedan haber hecho mella en el afecto y la estima que me has mostrado públicamente durante los últimos años', rezaba la misiva de Arpe. 'Por favor, considera esta carta, que te autorizo a hacer pública, como mi compromiso tangible de resolver juntos y en el interés superior del banco cualquier malentendido que pueda haber surgido entre nosotros', seguía.
Los títulos del banco subieron un 4,5% al conocerse que Arpe proseguiría al frente de la entidad. El ejecutivo llegó a Capitalia en 2003. Entonces, el grupo cosechaba 287 millones de euros en pérdidas. Tras acometer una profunda transformación, los últimos beneficios del banco ascendieron a 1.310 millones.
El currículo de Cesare Geronzi incluye una condena el año pasado por la quiebra de Italcase, que derivó en una suspensión profesional de seis semanas. Además, el presidente de Capitalia era una persona cercana a Antonio Fazio, el ex gobernador del Banco de Italia, opuesto a la entrada de bancos extranjeros en el país.