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Tribuna
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Polonia, más que un objetivo inmobiliario para España

De acuerdo con las primeras valoraciones y estadísticas, publicadas por el Ministerio de Economía y la prensa especializada polaca, Polonia ha cerrado el año 2006 con un crecimiento del PIB del 5,7 %. El dinámico desarrollo de la economía polaca se refleja, entre otros, en un considerable descenso de la tasa de paro, del 17,6% en enero de 2006 al 15 % en diciembre del mismo año.

Esta mejora de la situación en el mercado laboral, junto con una fuerte emigración de los jóvenes polacos en los últimos años, conlleva para los empresarios de distintos sectores y, en particular, del sector de la construcción, dificultades para encontrar mano de obra cualificada y disponible y la necesidad de aumentar los salarios.

En el año 2006 hemos observado, asimismo, el crecimiento de las inversiones extranjeras en un 16,5 %. En números absolutos, estamos hablando de unos 10.000 millones de dólares invertidos en nuestro país. Todo ello a pesar de los temores de varios analistas nacionales y extranjeros a que el año 2006 resultase difícil para los inversores y la economía en general, debido a la falta de claridad en la política económica del Gobierno de Jaroslaw Kaczynski (del partido Ley y Justicia), sobre todo en cuanto al ingreso de Polonia en la zona euro y la política fiscal.

Roca, Fagor, Mecalux y Plásticos Durex son algunas de las empresas españolas que han invertido en las zonas económicas especiales

En el año 2006 el sector inmobiliario polaco vio un crecimiento significativo de precios del suelo y de la vivienda. Se batieron récords en cuanto a los precios pagados por metro cuadrado de suelo en Varsovia. En una transacción de compraventa de unas antiguas cocheras de la compañía municipal de autobuses situadas en las calles Chelmska e Inflancka, dos promotoras españolas, Sando Inmobiliaria y Lubasa, llegaron a pagar, respectivamente, 8.200 zlotys (2.200 euros) y 13.600 zlotys (3.500 euros) por un metro cuadrado de terreno, hecho sin precedentes hasta la fecha. El suelo adquirido está destinado a la promoción de viviendas. En las subastas participaron también otras promotoras españolas.

La adquisición de las antiguas cocheras es tan sólo un ejemplo de las muchas transacciones inmobiliarias con participación de capital español cerradas en el año 2006. De hecho, los inversores españoles son quienes más invierten en el sector inmobiliario polaco después de los irlandeses, dato que, por otra parte, podemos confirmar desde la propia experiencia en nuestro departamento español.

En la subida de precios en el mercado inmobiliario en Polonia influyen varios factores, tales como la demanda, que supera considerablemente la oferta, la fuerte competencia de las promotoras extranjeras activas en el mercado, pero también la situación legal deficiente y, en concreto, la falta en muchos ayuntamientos de planes generales urbanísticos y las consiguientes dificultades o, mejor dicho, el considerable alargamiento del proceso de obtención de permisos de obra. En consecuencia, no se entregan las viviendas suficientes para cubrir las necesidades inmediatas del mercado.

Es importante señalar que, en la actualidad, existe un anteproyecto de modificación de la vigente Ley de Planificación Urbanística que pretende agilizar el proceso de la aprobación de nuevos planes, mejorando de este modo la situación del mercado inmobiliario.

No sólo el sector inmobiliario es el destino de las inversiones españolas. Uno de los factores que atraen el capital extranjero a Polonia en los sectores industriales es, sin duda, la posibilidad de obtener ayudas públicas para ciertos tipos de inversiones, sobre todo en las llamadas zonas económicas especiales.

En Polonia existen 14 zonas económicas especiales, cuya superficie total alcanza, después de la ampliación que tuvo lugar hace unos meses, 12.000 hectáreas. Dichas zonas son el destino preferido de los inversores extranjeros, por las importantes ayudas fiscales (exención del impuesto sobre sociedades) que ofrecen. Los inversores podrán aprovecharse de estas ventajas hasta el año 2017, es decir, hasta el momento en que las zonas en cuestión dejen de tener dicha especial consideración y hasta un límite acorde con las exigencias de la UE. Además, las zonas económicas especiales están perfectamente preparadas para la recepción de la inversión extranjera, lo cual puede constituir una ventaja importante para las empresas que pretenden iniciar su actividad en el mercado polaco.

Ahora bien, para poder establecerse en dichas zonas hay que cumplir ciertos requisitos y obtener la correspondiente licencia. Es decir, con carácter previo hay que estudiar cada proyecto en concreto para responder a la pregunta de si el mismo puede desarrollarse en alguna de las zonas económicas especiales.

Nuestra experiencia indica que el esfuerzo vale la pena, pues las empresas que han invertido en dichas zonas obtuvieron una ventaja importante frente a sus competidores. Los ejemplos de las inversiones españolas en las zonas económicas especiales son, entre otros, Roca, Fagor, Mecalux o Plásticos Durex. A los demás inversores españoles que todavía están buscando una localización adecuada para su proyecto de inversión en Polonia les invitamos a estudiar la posibilidad de establecerse en una de las zonas económicas especiales, sobre todo a la luz de los últimos cambios legislativos al respecto, mediante los cuales se han eliminado ciertos obstáculos que anteriormente dificultaban la realización de este tipo de proyectos.

Asimismo, no hay que olvidar otras posibilidades de obtener ayudas para diversos proyectos de inversión, sobre todo de los fondos europeos.

Por todo ello, consideramos que Polonia sigue siendo un país de interesantes oportunidades de negocio en varios sectores, donde las empresas españolas pueden demostrar con éxito su experiencia y know-how.

Marcin Krakowiak / Katarzyna Kuzma. Krakowiak es socio y Kuzma es abogada y directora del departamento español del despacho polaco Domanski Zakrzewski Palinka (DZP)

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