Un mercado laboral desajustado
Durante los seis últimos años han sido reiteradas las advertencias de los empresarios sobre la falta de trabajadores para cubrir la oferta de empleo en determinadas actividades, y no siempre por las exigencias de cualificación. Aún hoy, tras la llegada de más de cuatro millones de inmigrantes con una tasa de actividad muy superior a la de los nativos, empresarios de hostelería, empresas de transporte, comercio minorista o logística tienen problemas de mano de obra. Cuesta creerlo, pero es así. Y cuesta más creerlo cuando las propias oficinas de empleo reconocen tener demandantes que se inscriben con habilidades necesarias para tales empleos.
Las encuestas de Estadística revelaban en las oleadas demoscópicas de hace 10 años, pese a que el desempleo superaba los tres millones y era uno de los males endémicos de la juventud, que muy pocos parados estaban dispuestos a aceptar una oferta de empleo si para ello tenían que migrar a una ciudad diferente o aceptar una remuneración inferior a la que su cualificación debería reportarle. Hoy sigue habiendo colectivos con idénticas resistencias a la movilidad funcional y geográfica, mientras que cerca de dos millones de personas, generalmente de baja cualificación, se refugian en el desempleo remunerado.
Cierto es que la inmigración ha arrastrado a la baja los sueldos en muchas actividades, hasta hacerlas poco atractivas para los desempleados, sobre todo si se han instalado en un mecanismo perverso de rotación entre empleo eventual y subsidio eventual. Y cierto es que en muchas provincias el mercado está exprimido hasta cerca de la plena ocupación y que determinadas labores tienen dificultades para reclutar operarios. Pero hay colectivos que están fuera del mercado de forma intencionada y precisan estímulos de movilización: formativos en unos casos y punitivos en otros. Es obligación de Gobierno, patronal y sindicatos hacer operativos todos los activos del mercado para no estrangular la actividad económica y evitar injustificados encarecimientos de la mano de obra.