Futuros y opciones contra tornados y terremotos
El hombre busca seguridad, y ni siquiera algo tan impredecible como las catástrofes naturales se escapa de esa aspiración. Valga como muestra el lanzamiento el mes que viene de varios contratos de futuros en el mercado de Chicago y en el de Nueva York, para prevenir el riesgo de daños a la propiedad por catástrofes.
Son productos destinados a las aseguradoras, energéticas y fondos de pensiones, y a cadenas hoteleras, parques temáticos y cualquier tipo de negocio que esté sometido a peligros como los huracanes.
El Chicago Mercantile Exchange, el mayor mercado de futuros de EE UU, ofrecerá a partir del 12 de marzo opciones y futuros basados en el Carvill Hurricane Index, centrado exclusivamente en huracanes. Un operador de reaseguros londinense, Carvill Group, se encargará de calcular el índice, que tendrá en cuenta la velocidad del viento y el tamaño de las tormentas para evaluar su potencial de destrucción.
Estos productos se unen a los que lanzará el mercado energético más grande del mundo, New York Mercantile Exchange (Nymex), que también listarán en Chicago. El 4 de marzo se podrán comprar tres contratos anuales contra desastres en general, que cubrirán, respectivamente, todo Estados Unidos, el estado de Florida, y una región entre Texas y Maine. El día 6 se lanzarán las opciones.
'Después del huracán Katrina y del Wilma el mercado no tiene suficiente capacidad para cubrir los daños y pérdidas de propiedades', dijo en la presentación de los contratos Ben Chesir, vicepresidente de desarrollo de nuevos productos de Nymex. Los contratos serán anuales, inicialmente disponibles para los años 2007, 2008 y 2009, y estarán basados en un índice de pérdidas aseguradas creado por Property Claim Services.
'Los futuros son un método más barato de cubrir estos riesgos que crear compañías de reaseguros', dijo Chesir. Estas empresas 'están obligadas a capitalizar sus pólizas a un 100%', añadió.
El directivo explicó que los operadores comprarán o venderán contratos según sus expectativas anuales de daños. Si prevén perjuicios por 8.000 millones de euros, por ejemplo, cada contrato de 5.000 millones les aportaría un beneficio de 30.000 euros, de acuerdo con la fórmula del índice. Los huracanes de 2005 provocaron daños por un valor de 45.700 millones de euros.
Los bonos que dejó el huracán Andrew
Los futuros no son los primeros instrumentos financiados relacionados con catástrofes. Desde 1990 hay bonos de desastres, que están vinculados normalmente a un acontecimiento concreto, como terremotos de una determinada magnitud.Fueron creados por Goldman Sachs después del huracán Andrew y del terremoto de Northridge (California), que provocaron reclamaciones por valor de 29 millones de euros.Desde el Katrina (agosto de 2005) hasta septiembre del año pasado se habían vendido unos 3.000 millones de euros en bonos, según el banco de inversión.También hay productos vinculados sólo al tiempo atmosférico. Los derivados de este tipo del mercado de Chicago movieron en 2006 17.000 millones de euros.