Narbona presenta 170 medidas para frenar el cambio climático y el derroche de energía
El Ejecutivo presentó ayer la Estrategia Nacional de Cambio Climático, un programa de 170 medidas que se aplicarán entre 2008 y 2012. Busca mitigar las consecuencias que éste pueda tener sobre las temperaturas, las precipitaciones, la salud de los españoles y el futuro de sectores clave en la economía española como el turismo.
La lucha contra el cambio climático ha entrado en la agenda del Ejecutivo. Así lo aseguró ayer la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, quién avanzó que en el primer semestre de este año se producirá un consejo de ministros monográfico y extraordinario sobre esta materia, que también será tratada de forma específica en la próxima Conferencia de Presidentes Autonómicos.
La preocupación no es para menos. Según los datos avanzados ayer por el Instituto Nacional de Meteorología, las temperaturas máximas en España subirán entre 5 y 8 grados centígrados de media entre 2070 y 2100 y las precipitaciones caerán un 40% de media, especialmente en Andalucía.
Narbona hizo estas declaraciones durante la presentación de la Estrategia Nacional de Cambio climático, compuesta de 170 medidas para fomentar el ahorro energético y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Entre ellas destaca la eliminación de las calderas de carbón en 2012 o la mejora energética de los aparatos de aire acondicionado, los alumbrados públicos y los edificios.
Sin embargo, empresarios, sindicatos e industria expresaron sus dudas sobre la viabilidad de algunas de las medidas y criticaron la falta de concreción en la reducción de emisiones y en los objetivos por sectores, en especial en el transporte y el residencial. A estas dudas se les une la falta de dotación presupuestaria de la Estrategia, ya que Narbona avanzó que no hay un presupuesto concreto y que el coste de cada medida y los plazos de aplicación se conocerán cuando avancen las negociaciones con las autonomías.
Un buen ejemplo sobre esta falta de concreción es la eliminación de las calderas comunitarias de carbón para 2012, que deberán ser reemplazadas por otras tecnologías más ecológicas. Fuentes de la industria aseguran que la mayor eficiencia energética y el menor número de emisiones que se podría conseguir con la sustitución podría verse anulado por el mayor consumo que se produciría con las calderas individuales frente al menor de las colectivas. Estas mismas fuentes apuntan además que las calderas que utilizan restos forestales o vegetales, las recomendadas en el estudio, están poco implantadas en España.
Algo parecido ocurre en el tema de los biocombustibles, ya que ni la superficie de cultivo en España ni la tecnología para mezclarlo con gasolina o gasóleo parecen suficientes para que se cumpla el objetivo del 10% de mezcla en 2020. Este porcentaje sólo se podrá conseguir, según fuentes empresariales, cuando se empiece a desarrollar una tecnología, que está ensayando Abengoa en España, que permitirá convertir la madera en bioetanol, lo que permitiría prescindir de cultivos estacionales y utilizar los excedentes de madera. Sólo en Galicia se desperdician seis millones de metros cúbicos al año.
A los requisitos tecnológicos se le une la dificultad de mezcla, ya que si el biodiésel puede sustituir por completo al gasóleo, no ocurre lo mismo con el bioetanol, más corrosivo y cuyo porcentaje de mezcla no supera el 15% en la actualidad.