'El cliente ya está más dispuesto a pagar más por las auditorías'
Llegó a ser con 30 años el socio de menor edad de KPMG y desde hace tres años la dirige. Está orgulloso de unos resultados que les han llevado a crecer por encima del 20% por tercer año consecutivo y del enfoque más pro activo de la firma.
Este escocés que lleva viviendo en España toda su vida laboral ha formado parte del comité de dirección de KPMG desde 1999. Desde hace dos años ocupa la presidencia de la firma, tras pasar un año calentando motores para su actual responsabilidad como consejero delegado. Opina que su llegada a la presidencia a KPMG se ha traducido en la consecución de un enfoque estratégico más claro y de una mayor pro actividad. Los planes inmediatos pasan por conseguir hacerse con la auditoría de alguna otra empresa del Ibex.
Acaban de presentar unos resultados que usted ha calificado de muy buenos, porque la firma lleva creciendo por encima del 20% durante tres años consecutivos. ¿A qué se deben estos incrementos?
A la especialización sectorial y en áreas como fusiones y adquisiciones, entornos de riesgo o precios de transferencia. El crecimiento tiene que ver sobre todo con la especialización de la firma. En el sector financiero, tanto en España como también a nivel internacional, KPMG es de lejos la firma líder y eso nos está permitiendo ayudar a la banca y a las cajas en muchos temas relacionados especialmente con riesgos y con buen gobierno.
Y los resultados van a seguir creciendo, porque sigue habiendo mucha liquidez en el mercado. La actividad de compraventa de empresas sigue siendo igual o más alta que el año anterior y se mantiene el asesoramiento en normas contables internacionales, que junto con los precios de transferencia y el nuevo Plan General de Contabilidad van a seguir siendo motor de crecimiento.
Las firmas de servicios profesionales como KPMG han sido siempre identificadas por sus servicios de auditoría, pero últimamente son otras líneas de negocio las que crecen más.
Sí, pero la auditoría sigue siendo una parte fundamental en nuestro negocio y aumenta dos dígitos anualmente. Pero en el entorno actual otras áreas como la de asesoramiento financiero crecen más en términos relativos. Nosotros vamos a seguir creciendo en auditoría, que es un capítulo fundamental, y vamos a mejorar sustancialmente nuestra situación como auditor de empresas del Ibex 35 en los próximos dos años. Durante muchos años las empresas mantenían a la misma firma pero hoy, gracias al buen gobierno, las comisiones de auditoría se han empezado a mirar su relación con el auditor.
¿Los comités de auditoría han facilitado el trabajo de las firmas o se han convertido en un nuevo vigilante para el trabajo de los auditores?
No. Están ayudando mucho a mejorar la estructura del mercado, a que se evalúe cuáles son los servicios profesionales que necesitan las empresas y a aclarar los temas de independencia e incompatibilidad. Son una pieza fundamental.
Son un interlocutor que permite que la relación con el auditor en la empresa sea mejor, porque tienen el fin de la buena gestión de la empresa y eso ayuda tanto a los gestores como al auditor.
¿Hay mucha competencia entre las cuatro grandes en cuanto a honorarios?
Los honorarios de auditoría son los más bajos de Europa, pero la situación está mejorando. Hay competencia, pero cada vez con más frecuencia el cliente está dispuesto a pagar más por la calidad del equipo que tiene delante. Los honorarios bajos son un tema histórico en España provocado por la forma de enfrentarse al mercado. La realidad es que antes no había diferenciación importante entre las firmas y como ahora sí nos diferenciamos se va pagando más.
¿Qué es lo que diferencia a KPMG de las otras tres grandes firmas?
Nuestra especialización en temas financieros y de recursos naturales, en fusiones y adquisiciones y en áreas fiscales, como precios de transferencia y en el asesoramiento de la gestión de impuestos en grupos de empresas con inversiones en muchos países. Estamos muy enfocados a estos aspectos y el mercado nos lo está reconociendo. Indudablemente puede parecer que somos todos muy parecidos, pero cada uno tiene su especialización.
¿Cuál es el principal problema que amenaza a las firmas de servicios profesionales?
El problema más importante, que sigue todavía sin resolverse, es el de la responsabilidad de los auditores. Debemos tener una responsabilidad proporcional al daño causado, pero no más. Y ojalá que con la octava directiva y lo que vendrá después, se logre que haya homogeneidad en la aplicación de la responsabilidad en toda Europa y que por supuesto haya proporcionalidad.
Pero la directiva no entró en el fondo del asunto. La CE encargó un estudio que habla de distintas opciones, con lo cual al menos en principio no habrá homogeneidad.
Es cierto, y creo que sería importante la homogeneidad, pero las distintas opciones también permiten distintas posibilidades en cada territorio nacional. Es un tema con el que se tiene que trabajar, porque es una situación que en estos momentos es inaceptable.
¿Cómo ha afectado a las firmas desde el punto de vista de organización la nueva contabilidad internacional?
Está siendo una oportunidad de crecimiento. Las empresas pueden aplicar las normas de una forma eficiente y nuestro papel es el de asesorarles y ayudarles a implementar esas normas. Las firmas tenemos que aplicar las normas e identificar las áreas que requieren una interpretación y asegurar que tanto los clientes como los reguladores, en este caso el ICAC, son conscientes de que puede haber diferencias de opinión para llegar a un acuerdo de cuál es la aplicación más adecuada en cada circunstancia. Esa es una responsabilidad tanto de las firmas como de los reguladores, el ICAC y la CNMV. En la realidad eso está funcionando bastante bien. Hay muchas reuniones en comités técnicos con los reguladores y con las grandes firmas y otros representantes de profesionales para aclarar dudas sobe interpretaciones y aclarar criterios.
¿No sería conveniente que existiera un regulador a nivel europeo que fuera capaz de homogeneizar esos criterios contables a los que se está llegando en los distintos países?
La aplicación en estos momentos sigue siendo nacional. En teoría estaría bien que hubiera un regulador con un criterio uniforme, pero habría que tomar en cuenta las distintas necesidades de cada país y las características de cada economía.
'No hay premio por trabajar hasta las tantas'
El año pasado la plantilla de KPMG se incrementó un 12% en cifra neta 'y este año vamos a crecer en torno al 15% o al 16%', afirma el presidente de KPMG en España, John Scott, quien explica que el crecimiento del que viene disfrutando la firma en los últimos años tiene que acompañarse necesariamente de la captación de los mejores profesionales, 'tanto de los que salen de la universidad como de quienes ya tienen experiencia y especialización, que es clave en nuestra firma'.Scott reconoce que muchos de los profesionales que se acercan al mercado laboral por primera vez y lo hacen en KPMG reciben una especie de máster -'el mejor'- y luego acaban abandonando la firma. '¿Si da rabia? Sí, pero es fundamental saber gestionar bien el talento y asegurar que no se vayan cuando realmente tienen futuro en la casa. De ahí que nuestras políticas tanto profesionales como de equilibrio vital y profesional estén reduciendo las cifras de rotación', asegura Scott.En estos momentos, unas 300 personas de la plantilla están adscritas al teletrabajo y desde la presidencia de la firma se trata de mejorar el horario laboral. 'La gente cree que tiene que estar hasta las tantas todos los días y es algo que queremos cambiar. No hay premio por trabajar hasta las 9 de la noche todos los días, porque agotándote no funcionas', opina el presidente de KPMG en España.Scott opina que tampoco ayuda a lograr una conciliación de vida laboral y personal el horario de trabajo español. 'En la firma en otros países a las 6 de la tarde la gente ya se ha ido'.