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Crónica de Manhattan

Bernanke, Alger y otros autores

Valiente y audaz es el título de uno de los 135 libros que escribió el autor americano del siglo XIX Horatio Alger. La mayoría de ellos narran historias de jóvenes pobres que gracias al trabajo duro y su determinación llegan a conquistar un puesto en la clase media. Alger noveló con estas historias, muy populares entonces, el sueño americano de la movilidad de clase social y la abundancia de oportunidades.

Dos siglos después, se despierta de este sueño. La escalera social es cada vez más empinada y se amplía la desigualdad entre los que más tienen y los que menos.

George Bush es uno de los que tampoco ve ya la sociedad que novelaba Alger. 'Es un hecho que la desigualdad en los ingresos ha crecido durante más de 25 años', dijo en un reciente discurso. En el Instituto de Política Económica (EPI) constatan que más aún durante su presidencia. Según la EPI, en países como Finlandia, Suecia o Alemania es más fácil mejorar de clase que en EE UU. Todos ellos tienen una importante protección social y, además, Finlandia es más productiva.

La semana pasada fue Ben Bernanke, presidente de la Reserva, quien reflexionó sobre esta situación con un discurso de extensión similar a la lista de bibliografía citada. Quien fuera catedrático de Princeton planteó las causas del problema, asépticamente desde el punto de vista político, y pidió soluciones.

El presidente de la Fed ofreció datos sobre esta tendencia a la desigualdad. Según Bernanke, los ingresos de la media de los americanos entre 1979 y 2006 han crecido un 11,5%. En la parte más baja del percentil las ganancias fueron de un 4%, mientras que en la más alta fueron del 34%.

Bernanke señaló que el propio dinamismo de la economía crea 'dolorosas situaciones cuando se produce un cambio en la demanda, llega una nueva tecnología o una nueva competencia da lugar al cierre de una fábrica o deja obsoletos los conocimientos de los trabajadores'.

El presidente de la Fed admite que es todo un reto conocer las fuentes de esta tendencia y considera que hay factores como la tecnología, la inmigración, el comercio internacional y la falta de fuerza de los sindicatos que, unidos, han contribuido a crear esta situación. Sin embargo, para él, el problema es la falta de aprovechamiento de nuevas oportunidades por la escasa preparación y formación flexible de los trabajadores.

Tratando de evitar la arena política, Bernanke dejó caer dos soluciones. La primera está en poca sintonía con el proyecto de presupuesto que acaba de presentar Bush y se trata de limitar los riesgos de los más afectados por los cambios, ya que 'éstos estarán menos dispuestos a aceptar este dinamismo esencial para la economía'. Es decir, crecerá el sentimiento antiglobalización.

Además, sugiere 'reducir los costes a quienes sufren más los cambios económicos', es decir, una política social más sensible, por un lado. Por otro, 'políticas centradas en la educación y la mejora continua que faciliten la búsqueda de empleo y la movilidad'.

Es un punto de partida para ampliar las oportunidades y ayudar a resolver otros problemas que ven otros profesores que aseguran que hay una correlación mayor de la sospechada entre los orígenes económicos (la familia) y los destinos.

Publicado por Princeton, Oportunidades desiguales: trasfondo familiar y éxito económico, recoge esta tesis. Sus autores, Samuel Bowles, Herbert Gintis y Melissa Osborne, están en las antípodas de Alger.

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