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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Un año con el profesor Bernanke

El jueves hizo un año que Ben Bernanke llegó por primera vez al despacho que, hasta la víspera, había ocupado Alan Greenspan. En este tiempo, el nuevo presidente de la Reserva Federal, la autoridad monetaria de la primera potencia, ha mostrado tener un estilo distinto del de un predecesor reverenciado por los mercados y la academia. La sombra de Greenspan, quien en una ocasión fue aplaudido en un estadio de fútbol y alcanzó un status de estrella casi reservado para figuras deportivas y de Hollywood, es alargada, pero no ha oscurecido la figura de Bernanke quien se ha ido ganando el respeto y la confianza de mercados y economistas.

'Desde mediados de 2006 los mercados han dado al nuevo presidente de la Fed su voto de confianza. El mercado de bonos espera que la inflación se mantenga baja y el de acciones es optimista. Así, la nota de Bernanke que era de C+/B- un aprobado alto en los primeros meses de su presidencia, ha pasado a B+/A- notable alto en los últimos meses', explica Nariman Behravesh, economista jefe de Global Insight.

'Su manejo en el primer año tiene que ser aplaudido por los mercados, los inversores y los políticos', asegura Robert DiClemente, economista jefe de Citigroup. 'Ha sido capaz de detener la inflación sin acabar con la expansión'. Como decían esta semana los analistas, 'Bernanke tiene la economía donde quiere'. En realidad, donde todos quieren, pues el escenario actual, donde la economía no está tan caliente como para causar inflación ni tan fría como para acabar en una recesión, ya se denomina goldilocks, ricitos de oro, en alusión a un cuento infantil donde la protagonista elige la leche ni fría ni caliente.

La subida de nota de este catedrático de Princeton y ex asesor de la Casa Blanca con George W. Bush tiene mérito, teniendo en cuenta que el consenso de analistas y mercados descontaba un tránsito más accidentado tras la era Greenspan. En parte el mérito es del predecesor. La Fed ha estado presidida desde mediados de los setenta por solo dos personas antes de Bernanke: Paul Volcker y Alan Greenspan. Dos pesos pesados que confirieron a la institución una fuerte credibilidad. Algo especialmente necesario en una economía cada vez más globalizada y donde la dinámica de las presiones inflacionistas ha variado.

Este catedrático de 53 años, sin experiencia en Wall Street, se hizo con el timón de un barco que ya tenía un rumbo seguro, tras un largo periodo de fuerte estímulo monetario para salir de una corta crisis. Su mérito reside en que, tal y como estaban las cosas ha logrado echar el ancla a tiempo. Tras estrenarse con una subida de un cuartillo de punto aquel 1 de febrero, subió tipos otras tres veces en la misma proporción hasta el 5,25% actual. Hoy los datos muestran que el aterrizaje más que suave de la economía -en parte gracias a anomalías como el buen tiempo y el bajón del petróleo- muestran que cuando la Fed acertó en agosto al pisar el freno en las alzas de tipos. Este año de bonanza se ha traducido, además, en una revalorización de los mercados que se lee en clave de récord. El Dow, que cotiza en máximos históricos, se ha revalorizado un 1,53% y el S&P 500, un 2,12%

Ganarse la confianza de los mercados y el respeto de Washington no ha sido fácil. Al inicio de su presidencia cometió dos errores, ligados a su afán por hacer más transparente a la comunicación de la Fed. Algo, por otra parte, no muy difícil con un predecesor que decía cosas como 'si cree que me ha entendido es que no me he explicado bien'. Primero dijo en el Congreso que habría una pausa en la subida de tipos. Los mercados vieron en esa franqueza debilidad en la lucha contra la inflación y desconfiaron. La segunda fue comentar a una periodista de la CNBC que las Bolsas no interpretaron bien aquellas palabras. El comentario era confidencial pero la periodista lo hizo público. Era un lunes de mayo y el mercado de acciones reaccionó con caídas, el de bonos con la mayor subida del rendimiento en cuatro años y el dólar con alzas. La calma llegó al día siguiente, y la admisión de Bernanke de que había pecado de inocente, poco después.

En cualquier caso, Bernanke no se ha dejado llevar por halagos o críticas. La Fed funciona ahora como un órgano más colegiado que con Greenspan. Bernanke es el último que habla en las reuniones del comité de mercado, a diferencia de su predecesor, que al abrir el debate sentaba el tono de la reunión. El equipo ha tenido paciencia y mantenido el rumbo fijado sin hacer algo propio de Greenspan: dar un paso más. El ex presidente a veces subía tipos de forma más agresiva de lo necesario para atajar la inflación y luego bajaba. Bernanke espera a ver los efectos. Incluso cuando analistas e inversores han querido ver bajadas inminentes cuando él se inclinaba hacia la subida. Bernanke se perfila como un hombre paciente que quiere decir lo que dice y, el mercado ha puesto buena nota a esta forma de actuar.

Los retos del presidente de la FED

Hace un año Cambio de ciclo. La transición económica de EE UU fue el gran reto de Ben Bernanke. La inflación subía, el mercado de los bonos estaba a la baja y en Wall Street bullía de ansiedad mientras el mercado inmobiliario amenazaba con arruinar el crecimiento.Desequilibrios. Los fuertes desequilibrios de la economía de EE UU, especialmente un descontrolado déficit por cuenta corriente que amenazaba al dólar, podían dar lugar a la necesidad de subir tipos.Transparencia. Una mejor Comunicación con los mercados. Alan Greenspan era críptico en sus pronunciamientos y Bernanke tenía que hacerse entender más fácilmente sobre todo para ganar la confianza de un mercado que necesitaba saber que alguien de calibre sustituía al oráculo.HoyInflación. La rebaja de la inflación está camino de ser un objetivo alcanzable aunque para ello también han de mantenerse bajos los precios de la energía. La duda es saber cuánto más estará bajo control si el paro sigue bajando y suben los salarios.Expectativas. Transparencia para mejorar la previsibilidad de la Fed. El presidente estudia la conveniencia de dar más información a los mercados de cómo ve la economía y posiblemente fijarse un objetivo numérico flexible de inflación.Control de crisis. Ganar confianza para controlar crisis. Greenspan y Paul Volcker se encontraron de bruces con sendas crisis cuando iniciaron su mandato, reaccionaron a satisfacción de los mercados. Bernanke no ha estado en aguas revueltas aún.

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