Narbona pone serios reparos al proyecto Refinería Balboa
El Ministerio de Medio Ambiente ha solicitado al Grupo Gallardo que estudie una alternativa en zona costera para la refinería que el promotor extremeño proyecta instalar en Tierra de Barros, en el centro de la provincia de Badajoz, con una inversión estimada en 1.800 millones de euros.
En el informe elaborado por el departamento que dirige Cristina Narbona una vez realizadas las consultas previas con colectivos e instituciones para incorporar requisitos al estudio de impacto ambiental, se indica que la empresa de Refinería Balboa debe presentar 'como mínimo una alternativa en zona costera'.
Medio Ambiente señala en su escrito -remitido ya al Grupo Gallardo para que elabore el estudio ambiental- que tendrá que justificar por qué elige una alternativa valorando factores energéticos y ambientales. Este requisito se basa en la apreciación de que la instalación de la planta en la ubicación elegida supondría un gasto energético añadido para bombear el crudo desde el puerto de Huelva -lógicamente, a nivel del mar- hasta un punto situado a 200 kilómetros de distancia y 440 metros sobre el nivel del mar. También se valora el que esto obliga a poner en servicio un nuevo oleoducto, con el riesgo ambiental que ello supone.
Otra premisa recogida en el informe de Medio Ambiente es que se veta el trazado del oleoducto por determinadas zonas, entre las que se encuentran los parques naturales andaluces Picos de Aroche y Sierra Norte de Sevilla. Esto supone, en la práctica, que no valdría ninguna de las siete alternativas de trazado presentadas por el Grupo Gallardo, ya que todas tocan Picos de Aroche en una longitud que varía entre los 18 y los 31 kilómetros. Asimismo, se obliga a la empresa a realizar un estudio de difusión de contaminantes en un radio de 70 kilómetros, lo que da a Portugal la facultad de presentar alegaciones al proyecto, y a valorar el impacto de la refinería en la economía de la zona, basada en cultivos como viña y olivar.
Aunque Medio Ambiente ha explicado que se trata de 'sugerencias' que deben ser tenidas en cuenta para el estudio ambiental y no 'imposiciones', el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, arremetió contra Narbona acusándola de actuar con arbitrariedad. Como socio del proyecto -la Junta participa en el capital de la refinería con 72 millones de euros- Ibarra dijo que el ministerio no puede imponer que se estudie una alternativa en la costa sino pronunciarse sobre la planta 'donde se quiere instalar'.
Críticas de Rodríguez Ibarra
El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, también ha criticado las condiciones al oleoducto y que se obligue a valorar el impacto en un radio tan amplio, al considerar que se discrimina a la refinería extremeña frente a proyectos similares como el de Cartagena. Finalmente, dijo que no compete a Medio Ambiente sino a Economía valorar los impactos económicos del proyecto.