Deutsche Telekom exige mayor productividad para evitar más despidos
La suerte todavía no está echada. Queda menos de mes y medio para que el presidente de Deutsche Telekom desvele el futuro del grupo bajo su mandato y hasta entonces cualquier avance se tomará en cuenta. Pero tendrán que ser mejoras de calado para evitar ampliar la cifra de despidos previstos. La productividad está en el punto de mira.
La situación actual de Deutsche Telekom deja mucho que desear, especialmente en su mercado de origen y fuente de la mayor parte de sus ingresos, Alemania. Así presentó ayer René Obermann, el nuevo ejecutivo de la operadora, el escenario de la compañía, menos de una semana después de anunciar su segundo profit warning en seis meses, tras constatar que la fuerte competencia hará imposible cumplir los resultados financieros prometidos al mercado. Lo hizo durante la 16 edición del Coloquio Internacional de Prensa, donde la operadora alemana presenta en sociedad cada ejercicio su estrategia en productos y servicios para los siguientes 12 meses.
La cita, por tanto, no versó sobre la estrategia ni las decisiones operativas, pero eso no impidió a Obermann dar recetas para superar el examen. El presidente no escatimó adjetivos a la hora de describir el estado de Deutsche Telekom y casi ninguno fue positivo. Recordó la pérdida de millones de clientes en telefonía fija en Alemania, destacó las deficiencias del servicio hacia el cliente y alertó a los trabajadores sobre la baja productividad en comparación con sus competidores y los altos costes de personal. La situación laboral tiene que cambiar y alinearse con la media de los rivales, dijo, con el fin 'de salvaguardar tantos empleos en la operadora como sea posible'.
La advertencia no es inocente. Deutsche Telekom tiene en marcha desde 2005 un plan para recortar más de 30.000 puestos de trabajo. El problema es que esta cifra puede quedarse corta y Obermann ha dejado claro que no tendrá repartos en elevarla.
El presidente del grupo eludió dar detalles sobre la reorganización de marzo y rechazó expresamente referirse a su filial en España, Yacom. En cambio, avanzó una política centrada en la banda ancha, con un aumento de las inversiones en ADSL para frenar la pérdida de clientes y atraer a los consumidores con velocidad, calidad y paquetes de servicios combinados.