Bruselas vuelve a poner a cajas y cooperativas en el punto de mira
La Comisión Europea volverá hoy a arremeter contra las cajas de ahorros y las cooperativas de crédito, dos tipos de entidades que, según Bruselas, pueden estar dañando y poniendo barreras a la competencia del sector financiero.
Las cajas de ahorros deberán hacer gala en breve de la actitud 'flexible en lo accidental y firme en las esencias' que les recomendó el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, durante la última asamblea del sector, el pasado mes de diciembre.
Quintás ya barruntaba entonces un ataque comunitario. Y la descarga se consumará hoy con motivo de la presentación de las conclusiones de la investigación sobre el sector financiero que ha realizado la Comisión Europea durante 18 meses.
El informe de la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, y del comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, apunta claramente a cooperativas y cajas de ahorro como una de las causas de que 'la competencia no funcione como es debido en ciertas áreas de la banca minorista'.
El principal cargo contra ese tipo de entidades es 'su tendencia a cooperar en diferentes terrenos, de manera que a menudo gestionan sus propios sistemas de pago, disponen de un sistema común de riesgos y de protección y depósitos o pueden compartir, incluso, una estrategia común en materia de comercialización y marketing, en especial, con una marca común'.
Los dos comisarios esperaban rematar esa diatriba con la amenaza de 'un estudio en profundidad sobre las cajas y cooperativas que ocupan una cuota importante de mercado y restringen la competencia'.
Pero las negociaciones internas entre los distintos departamentos comunitarios han ido limando sensiblemente las garras que se cernían sobre el sector. El último borrador del informe, al que tuvo ayer acceso Cinco Días, limita la posible investigación 'al objetivo de reunir información para analizar si la cooperación entre cajas y/o bancos cooperativos (...) restringe sensiblemente la competencia'.
Aún así, el informe no deja duda de las intenciones de una buena parte de la Comisión Europea de cuestionar el estatuto de unas entidades que 'representan una parte nada despreciable del sector de la banca minorista y juegan un papel importante en varios Estados como Alemania, Francia Austria, Italia y España'.
La Comisión reconoce, como ha argumentado repetidamente la CECA, que la disparidad entre las entidades de estos países es tan enorme que 'resulta imposible una apreciación uniforme'.
Pero eso no le impide reclamar su derecho 'a examinar si los Estados han tomado medidas legislativas o de otro tipo que mantienen el comportamiento anticompetitivo' de esta parte del sector financiero.
La comisión interbancaria sobrevive
El informe de la Comisión Europea sobre la falta de competencia en el sector financiero se ensaña especialmente con los sistemas electrónicos de pago y las comisiones supuestamente abusivas que soportan los usuarios por la utilización de sus tarjetas. 'La investigación ha revelado numerosos problemas de competencia en el mercado europeo que confirman la necesidad de aplicar de manera decidida el derecho de la competencia', señala el último borrador del informe. Bruselas critica duramente las comisiones interbancarias (que abona el banco del comercio donde se realiza una compra a la entidad emisora de la tarjeta); las normas sobre participación a las redes internacionales como Visa o Mastercard, o los acuerdos sobre compensación y liquidación de pagos entre los diferentes sistemas. En todas esas áreas, la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, amenaza con abrir expedientes disciplinarios. El informe, sin embargo, guarda discreto silencio sobre el mayor temor del sector: la supresión definitiva de la comisión interbancaria. Todo indica que Kroes no se atreverá a una solución tan tajante.