Arbitraje injustificado
El proyecto de Repsol para explotar un yacimiento de gas en el sur de Irán con la empresa angloholandesa Royal Dutch Shell, con una inversión de 4.000 millones de euros, ha sido puesto en cuarentena por EE UU. Responsables de la Administración estadounidense advirtieron ayer que están dispuestos a revisar todas las inversiones de compañías extranjeras en un territorio que consideran epicentro de la confrontación con Occidente.
Hasta ahora no se ha producido ningún tipo de sanción contra ninguna compañía. Pero el arbitraje global que EE UU pretende ejercer, y que ha paralizado los flujos de inversión a economías enteras durante décadas, tiene difícil justificación aquí. El conflicto con Irán no ha pasado las barreras de la diplomacia, por serio que sea su detonante. Parece, por tanto, exagerado poner la lupa en cada uno de los proyectos de inversión empresarial en Irán o países de su influencia.