El médico y los hijos, fuerzas para dejar de fumar
La mitad dejaría el hábito si lo piden sus vástagos
Ni el entorno, ni los amigos, ni la pareja. La recomendación del médico y el ruego de los hijos son, por ese orden, las fuerzas más poderosas que mueven a un fumador a dejar el tabaco. Seis de cada cuatro adictos al tabaco intentaría 'con seguridad' dejar su hábito si se lo recomendase un facultativo; mientras que cinco de cada diez lo haría si se lo pidiesen sus hijos. Tras ellos se sitúa la pareja y a mucha, mucha distancia, el ruego de un amigo.
Los datos forman parte de la encuesta Conocimientos, Actitudes, Creencias y Conductas frente al Tabaquismo realizada por el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo a partir de respuestas recogidas lo largo del pasado mes de diciembre.
El estudio revela, entre otras cuestiones, que la fuerza de voluntad es considerada por la mayoría de los entrevistados como el factor más importante para alcanzar el éxito en el abandono del tabaco, seguido del consejo del médico y de los tratamientos costeados por el propio fumador. 'El consejo médico es más considerado por los fumadores leves que se muestran, en general, más proclives a cualquier tipo de influencia procedente del exterior que les facilite el abandono del hábito', se señala en las conclusiones de la encuesta.
En el extremo opuesto, a la hora de explicar las recaídas, las respuestas destacan el exceso de estrés (42,1%) y el desánimo (28,3%) como los dos aspectos de mayor importancia, mientras que no haber utilizado medicamentos (10,7%) y el miedo a engordar (13,9%) son los dos aspectos considerados como menos decisivos. Las mujeres tienden a dar más importancia que los hombres a todos estos aspectos. Así, las diferencias más significativas se encuentran en el exceso de estrés (33,6% de los hombres frente al 54,2% de las mujeres), el miedo a engordar (5,5% de hombres frente a 25,8% de las mujeres) y el desánimo (21,4% de los hombres frente a 38,1% de las mujeres). Entre los aspectos analizados por la encuesta destacan las preguntas sobre el cumplimiento de la Ley de Prevención del Tabaquismo. De las personas que trabajan fuera de su domicilio y en locales cerrados u oficinas, un 70,% declara que la ley se cumple siempre, mientras un 13% declara que se cumple casi siempre y un 12% asegura que nunca.