Repsol se muda a un campus empresarial
La petrolera Repsol YPF ha decidido sumarse a las nuevas tendencias empresariales a la hora de buscar una nueva ubicación para su sede social. Y ha optado por trasladarse a un campus empresarial, desechando la posibilidad de ocupar el rascacielos encargado al arquitecto británico Norman Foster en los terrenos de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid.
La nueva sede de la compañía que preside Antonio Brufau se asentará en los terrenos que ocupa actualmente su participada, la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), en una zona céntrica de Madrid, frente a la estación de autobuses de Méndez Álvaro y en las proximidades de la estación de ferrocarril de Atocha, como adelantó el viernes El País.
El tamaño de la parcela ronda los 32.000 metros cuadrados, lo que convertirá el complejo en un campus empresarial único: en pleno Madrid capital y con una superficie equivalente a cinco campos de fútbol.
El campus, que estará listo en 2009 o 2010, contará con siete edificios que acogerán a unos 4.000 trabajadores de Repsol y dispondrá de un aparcamiento subterráneo de tres plantas con más de 2.000 plazas.
El proyecto hará posible que la petrolera agrupe en el parque empresarial a todos los trabajadores que ahora mismo ocupan una docena de edificios alquilados en distintos puntos de Madrid. En principio, sólo mantendrá fuera de la nueva ubicación las actividades y la plantilla de los centros tecnológico y de sistemas que tiene en las localidades de Tres Cantos y Móstoles, en edificios que son de su propiedad.
Frente al proyecto del rascacielos impulsado por el anterior presidente de Repsol, Alfonso Cortina, la compañía ha optado ahora por un modelo 'más funcional y que permite ahorrar costes', explicaron desde la empresa.
En este sentido, señalaron que el campus permitirá generar sinergias de comunicación y trabajo al tener agrupada a toda la plantilla en un único centro, superando un problema que ya tenía la torre de la ciudad deportiva: se había quedado pequeña y dejaba fuera a unos 500 trabajadores. Además, la nueva ubicación permitirá ampliar las instalaciones de las oficinas en función de las necesidades.
Desde el punto de vista económico, el cambio también tiene ventajas. Por un lado, la próxima venta de la torre de Norman Foster generará unas sustanciosas plusvalías para la empresa. Por otro, la construcción más horizontal de las nuevas oficinas supone un ahorro en los costes de mantenimiento.
Desde el punto de vista de la imagen, la futura sede está más cerca del mensaje de proximidad a las personas que pretende lanzar ahora Repsol que el carácter imponente de un edificio singular como el rascacielos en construcción.
Las fuentes consultadas añadieron que la empresa también ha valorado la opinión de los trabajadores, partidarios de un centro de trabajo bien comunicado, con espacios abiertos y zonas ajardinadas y que integre servicios añadidos como gimnasio, guardería o restaurantes.
Concurso de ofertas
¦bull; La petrolera pretende que la venta de su torre en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid se lleve a cabo mediante un concurso abierto y en las condiciones más transparentes posibles. Con toda probabilidad, el proceso se iniciará antes del verano.
Adiós a la sede en el Madrid Arena
La apuesta de Repsol YPF por un nuevo campus empresarial supone decir el adiós definitivo al proyecto impulsado por Alfonso Cortina para trasladar la sede del grupo al llamado Madrid Arena, en lo que será el nuevo corazón financiero de la capital.Este conjunto empresarial, que se asienta sobre la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, incluye cuatro torres de 45 plantas y 250 metros de altura, destinadas tres de ellas, en principio, a oficinas (Grupo Villar Mir, Mutua Madrileña del Automovilista y la que todavía es de Repsol YPF) y la restante, a albergar un hotel (la torre propiedad de Sacyr Vallehermoso).El rascacielos todavía propiedad de la petrolera, que construye una unión temporal de empresas formada por Dragados (filial de construcción de ACS) y FCC, se ha diseñado como una estructura plana de 45 plantas, con tres volúmenes destacados en las fachadas, y una orientación hacia la sierra de Madrid por el Norte y hacia el centro de la ciudad por el Sur. El futuro propietario (o propietarios) será el que decida su uso final.