Técnicas de gestión familiar para directivos
Para muchos directivos y profesionales la gestión de la familia es un reto casi mayor que la gestión de la empresa. Para lo segundo hay técnicas específicas y se aprende desde la Universidad. A gestionar la familia nadie te enseña. Hasta ahora. La necesidad de que los trabajadores concilien vida laboral y personal ha propiciado en los últimos años el surgimiento de escuelas para padres. Muchas proceden del ámbito escolar y local y han nacido de la voluntad de los propios padres por mejorar su vida familiar. Pero las empresas han visto que esta mejora también resulta imprescindible para el rendimiento laboral, así que se han propuesto ser ellas mismas las que faciliten esta formación a sus trabajadores.
La escuela de negocios IDE-Cesem (Instituto de Directivos de Empresas) y la consultora Urrainfancia, dirigida por el ex Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid Javier Urra, presentaron ayer el Curso Superior de Escuelas de Padres para Profesionales. El objetivo es evitar que la gente se lleve la casa al trabajo y que las preocupaciones familiares repercutan negativamente en su rendimiento.
Sus promotores dieron ayer algunas pistas de los asuntos que se tratarán en los cursos, de 24 horas y un coste de 1.100 euros por persona, con 15 o 17 alumnos por clase. Por ejemplo: Una comunicación fluida es fundamental en una empresa, pero no sirve para los hijos adolescentes. 'Hay que aceptar que no lo cuenten todo', señala Urra, 'que hay silencios, dudas. Hay que desdramatizar las relaciones'. La comunicación no verbal también cuenta, explica el especialista de Urrainfancia Eduardo Bordons. 'Con las cejas se mandan ocho mensajes distintos. Si no habla, mírale.' Un niño requiere mucha más atención que un empleado. 'Se trata de encontrar un equilibrio entre los niños llave, que pasan mucho tiempo solos, y los niños agenda, que realizan muchas actividades extraescolares', señala Sonia Díaz, coordinadora de la consultora. En ese cuidado tienen un papel fundamental los abuelos, 'a quienes cada vez se les hacen exigencias más duras', subraya Bordons.
Se trata de que las preocupaciones del hogar no afecten al rendimiento laboral
En realidad, el mundo laboral y el familiar tienen algunas similitudes. Un horario más largo no implica mayor productividad. En ambos casos conviene que las horas sean de calidad. 'Un padre le dice a su hijo que haga los deberes durante tres horas, pero a lo mejor el niño es muy listo y los hace en una. El padre se conforma con que esté en su habitación, quizás lo que quiere es que le dejen en paz', relata Bordons.
Manejarse con las nuevas tecnologías es fundamental para la competitividad corporativa. También para cuidar a un hijo. 'Hay quien se siente muy seguro porque ha puesto un filtro contra páginas porno en el ordenador, pero es muy posible que el hijo haya encontrado un contrafiltro', sugiere Bordons.
Cuando una empresa contrata a un trabajador se interesa por su experiencia anterior; para mejorar la relación entre padres e hijos también es fundamental 'analizar los comportamientos pasados, que explican los problemas actuales', según Urra.
El programa educativo de Urrainfancia se adapta a las necesidades de cada empresa, incorporando otras habilidades familiares como el cuidado de dependientes. 'Los cursos son generales, quien tenga un problema específico, deberá recibir atención individualizada', aclara Esther Álvarez, directora académica del Instituto de Directivos.
Las clases empezarán a impartirse el 10 de abril, en principio en la sede del Instituto.
Del padre 'missing' al niño 'llave'
'Vivimos en una generación de niños llave y nos preocupa el sentimiento de culpabilidad de las mujeres por no estar en casa', explica Javier Urra, socio director de la consultora Urrainfancia. 'Al menos, que lo comparta el hombre al 50%'.La incorporación de las mujeres españolas al mercado laboral no ha ido acompañada de un mayor compromiso masculino en el hogar, a juicio de Urra, y las políticas conciliatorias no bastan. 'Cuando hablamos de reducir los horarios laborales solemos dar por obvio que la gente quiere llegar a casa', afirma. Pero hay muchos casos de 'varón missing', que se va de cañas con los colegas antes de ir a casa al salir del trabajo. En todo caso 'los roles están muy mezclados', explica Eduardo Bordons, director del Instituto Complutense de Drogodependencias. 'Hay chicos que han asumido que deben saber planchar y chicas con padres feministas que asumen roles machistas'.También han contribuido a complicar la labor parental situaciones características de nuestro tiempo, como los nuevos tipos de familia y el retraso de la emancipación juvenil. Las escuelas de padres como la de Urrainfancia pretenden enfrentarse a todos estos dilemas saliéndose de los estereotipos. Pero hacer más atractivo el hogar a los trabajadores tiene, advierte Urra irónicamente, 'el peligro de que empiecen a exigir cosas a sus empresarios'.