El ralentí de Alemania
El sistema empresarial alemán, que acentúa el consenso y la estabilidad en el lugar de trabajo, dejó hace tiempo de ser modélico. Recientes casos, donde destacan los comportamientos menos deseables, muestran la necesidad de acelerar cambios en el gobierno de las empresas. En el caso más pintoresco, Peter Hartz, anterior jefe de personal de Volkswagen, dio el visto bueno a pagos extras por 2,5 millones de euros en un escándalo de prostitución por el que mantenía contento al comité de empresa mientras él introducía reestructuraciones laborales (...). La estructura de los consejos de administración está también en cuestión en Siemens, donde continúa un escándalo sobre sobornos a gran escala (...). El debate alemán sobre el gobierno corporativo y la corresponsabilidad -que incluye a los representantes de los trabajadores en la toma de decisiones- ha avanzado, y la presión desde Bruselas forzará los cambios (...). El crecimiento económico alemán ha revivido en el último año. Es tiempo de que las prácticas empresariales se pongan al día.