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Pierre-André De Chalendar

'Rechazaremos una opa que busque trocear el grupo'

Este directivo francés, de 48 años, ex cargo del Ministerio de Industria, es el delfín para suceder al presidente ejecutivo en el primer grupo europeo de materiales de construcción.

El imperio del vidrio, el yeso, los aislantes y una larga lista de materiales de construcción se prepara para el relevo. En mayo, el consejo de Saint-Gobain decidirá, según todas las quinielas, que Pierre-André de Chalendar tome las riendas como director general y primer ejecutivo en sustitución del histórico presidente, Jean-Louis Beffa, que abandona la gestión pero seguirá como no ejecutivo. Chalendar, que encarna la continuidad tras la caída anterior de un delfín díscolo, afronta un reto que no le será difícil porque conoce las tripas del primer grupo europeo de materiales de construcción, tras 20 años de responsabilidades en la mayoría de las divisiones y en delegaciones de EE UU, Reino Unido o Irlanda. En esta entrevista concedida a Cinco Días, entra de lleno en cuestiones como una eventual opa hostil, el futuro en España de lo que era la antigua Cristalería Española y las nuevas adquisiciones.

¿Saint-Gobain es opable hoy? Los rumores arreciaban hace unos meses en la prensa francesa.

Técnicamente sí, pero la probabilidad de que se haga algo me parece muy, muy pequeña. El capital está muy fraccionado: el primer accionista son los empleados que tienen el 7% de las acciones y el 11% de los votos. Así que técnicamente es posible. El problema es para hacer qué. Como tenemos un liderazgo en todos los negocios en los que estamos, no veo muy bien el objetivo, por eso creo que la probabilidad es muy baja.

Pero, ¿Saint-Gobain rechazaría cualquier oferta de compra?

No sé. Hay que ver cuál sería el proyecto. Como no veo algo que pueda ser muy distinto de lo que hacemos ahora, no veo la razón. Si la intención fuera trocear, segregar, Saint-Gobain, la posición del equipo directivo (el consejo tiene que decidir por su lado) y la mía propia sería negativa.

El gigante del cemento francés Lafarge aparece en las quinielas de compradores. ¿Ha habido conversaciones con ellos?

Hubo rumores el año pasado. En su día ya señalamos que no hemos tenido negociaciones con esta empresa.

¿Ve factible una operación de concentración en Francia con Saint-Gobain como protagonista?

Nosotros estamos creciendo orgánicamente de forma importante y vamos a continuar así. Tenemos, además, un plan de crecimiento en cada negocio que creo que es un buen plan para los accionistas. El viernes llegamos a máximo histórico en Bolsa, por encima de los 70 euros, y eso creo que es una demostración de que el mercado cree que no lo estamos haciendo tan mal.

En el capítulo de ventas, ¿ya hay acuerdo para la desinversión en la filial de fabricación de frascos Desjonquères?

No. En este momento estamos manteniendo negociaciones estratégicas para el futuro de Desjonquères que tiene una fábrica en La Granja, Segovia. Y ese proceso aún está en curso. Esperamos completarlo durante el primer trimestre de este año.

¿Hay ya alguna negociación bilateral o son varios compradores los que pujan por esta operación?

Hay varias ofertas; tenemos muchos interesados. Pero en este punto del proceso aún no sabemos si incluso nos quedaríamos en el capital una vez que entre el nuevo socio. Aún estamos analizándolo.

¿El interés se circunscribe a grupos franceses?

Existen algunos grupos de inversores estratégicos que no son franceses y también se han interesado varios fondos de inversión de diferentes países.

Toca sucesión este año en el grupo. Y el elegido parece que es usted.

Hace unos años en Francia cambió la legislación y permite separar el cargo de presidente y director general, antes unido. Por razones de edad, el actual presidente ejecutivo presidente-director general, en Francia, Jean-Louis Beffa, no puede ser director general a partir de junio. La idea es que siga como presidente del consejo de administración y este órgano nombrará a un director general. Y parece que podría ser yo. Pero eso se va a decidir el próximo mes de mayo.

Con este reto por delante, ¿cómo resumiría en pocas palabras cuál va a ser la guía de su mandato?

Considero que la estrategia de Saint-Gobain es buena y se me ha considerado ligado a ella desde hace ya tiempo. Así que no hay que contemplar un cambio, no soy una persona que vaya a modificar la estrategia. Eso lo hace el consejo de administración y la que ha decidido es muy buena. Nosotros tenemos un eje estratégico volcado en un sector que engloba mucho más que la construcción. Pero no va a ser lo único a lo que estemos atentos porque nos gusta también una diversificación del mercado. Ahí es donde tenemos más posibilidades de crecimiento. Medio ambiente y energía, por ejemplo, tienen un potencial muy importante. En cuanto al desarrollo del eje principal, lo vamos a hacer introduciendo cada vez más la tecnología. Cada año hacemos más I+D. Y buscaremos un desarrollo más importante en países emergentes y más adquisiciones.

Hace cuatro meses el grupo compró con Shell una empresa alemana que fabrica placas solares, Avancis. ¿La energía va a ser un negocio estratégico en el futuro del grupo?

Sí. Es un buen ejemplo de cómo va a actuar la dirección técnica en los nuevos mercados que se abren para Saint-Gobain.

Compras, un cierre y más inversión en España

De la cristalería artesanal que se creó en 1665 para decorar la Galería de los Espejos en el Palacio de Versalles al Saint-Gobain de hoy hay, entre otras cosas, 40.000 millones de euros de diferencia que permiten al grupo francés estar en el podio mundial de materiales de construcción.En este gigante, España es un mercado estratégico, reitera un amable Pierre-André de Chalendar durante la entrevista en un español admirable, teniendo en cuenta que lo aprendió en unos meses hace años, antes de llegar a su actual cargo en mayo de 2005.Hay previstas nuevas inversiones, sobre todo para potenciar la I+D. Y se acaba de inaugurar una fábrica de placas de yeso en San Martín de la Vega (Madrid).Pero también ha habido un cierre. El año pasado el grupo clausuró un centro de La Veneciana, de transformación de vidrio, ubicado en el distrito madrileño de Villaverde. Los 70 empleados 'se han prejubilado o se han recolocado', explica Benoît Carpentier, delegado general de la empresa en España. Y añade que 'no es cierto' que una razón para el cierre fuera vender el suelo, sino 'las pérdidas que ha tenido durante ocho años'. En todo caso, abrirán un centro menor para dar servicio en la zona. De Chalendar no espera más cierres, aunque prioriza 'tener unas plantas productivas'.Para el futuro, existen planes de nuevas compras para que Saint-Gobain gane presencia territorial. El tamaño ya lo tiene. Para ello 'analizamos adquisiciones en el negocio de distribución de materiales de construcción'. En su día se hicieron con una pequeña compañía en Murcia. 'Hay grandes oportunidades' pero 'lo vamos a hacer poco a poco', dice De Chalendar.España pesa ya el 6,25% en las ventas del grupo, con 2.500 millones estimados en 2006. Llegar al 10% 'es difícil' porque los países emergentes crecen más rápido. De momento, no hay nubarrones en el cielo español ni por un eventual declive de la vivienda ni de los automóviles. En este último negocio, 'nuestras ventas de vidrio plano aquí son mejores que en Europa'.

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