El petróleo ya es menos caro, pero no volverá a ser barato
Conviene asumirlo: la era del petróleo barato pertenece al pasado. Empresas y consumidores se han animado en los últimos meses al ver cómo la cotización del crudo Brent, el que se usa de referencia en Europa, ha descendido más de 30% en y ahora se encuentra 20 dólares por debajo del máximo histórico de 78,3 dólares por barril que se llegó a registrar el 7 de agosto de 2006, en plena incursión israelí en el Líbano. El petróleo concluyó el viernes en 53,4 dólares, con lo que el descenso acumulado desde el 1 de enero es ya del 12,2%. Ahora bien, los expertos avisan: hay que olvidarse de lanzar las campanas al vuelo. Será muy difícil que el crudo rompa por abajo de una manera sostenida la barrera de los 50 dólares. Varios factores apuntalan esta teoría: la pujanza del consumo, la escasez creciente de las reservas o las dificultades perennes en la cadena de suministro, sin olvidar tampoco los imponderables de la complicada situación del Golfo Pérsico, la mayor región petrolífera mundial.
'El descenso de las últimas semanas es temporal, motivado por unas condiciones climatológicas más suaves de lo esperado, pero no apostaría por que el precio del petróleo cayese mucho más. Nuestra proyección se mantiene en un rango de 50 a 60 dólares por barril para todo el año', afirma John Waterlow, de la consultora Wood Mackenzie.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), el organismo que vela por los intereses energéticos de la OCDE, ha advertido esta semana que la situación benigna de los precios del petróleo no durará demasiado tiempo. 'Si los inventarios prosiguen su tasa descendente, la tensión llevará en algún momento a una subida en los precios de contado', explica la entidad. 'Mientras los productores sigan aplazando sus planes de expansión, la tensión sobre la capacidad de suministro seguirá aumentando'.
'Había una serie de buenas razones para que el petróleo cayese de niveles por encima de 75 dólares, pero 50 dólares por barril podría ser demasiado bajo. A medio plazo, el precio estará más próximo a los 60 dólares. (...) No se puede olvidar que, en realidad, el ambiente político de los países productores no ha mejorado', señalan desde Dexia.
El problema eterno del crudo es que la oferta y la demanda están muy ajustados. La AIE cifra en 85,77 millones de barriles diarios la previsión de consumo para 2007, mientras que el suministro asciende a 85,45 millones. A ese desequilibrio se une el hecho de que la producción está prácticamente al límite. El Departamento de Energía de EE UU calcula que el excedente mundial de capacidad de extracción es de 1,3 millones de barriles al día, concentrado casi en su totalidad en Arabia Saudí.
El país árabe acapara, además, un 20,4% de las reservas conocidas de crudo. Le sigue Canadá, con un 13,8%. La diferencia entre ambos ilustra las disparidades entre el golfo Pérsico y el resto del mundo: no sólo el coste de extracción es mucho más bajo en Arabia Saudí, sino que la calidad del crudo, con mucho menos azufre, hace que el petróleo árabe resulte rentable incluso con cotizaciones de 10 dólares por barril, lo que no ocurre en absoluto con las arenas bituminosas de Canadá. Los yacimientos americanos se han visto beneficiados por el encarecimiento vertiginoso del barril. La subida ha propiciado la reapertura de pozos poco rentables en numerosas regiones, algo que paradójicamente ha terminado contribuyendo al actual descenso del precio del petróleo.
Arabia Saudí es el principal miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), un ente que controla el 40% de la producción mundial y en el que también están incluidos Angola, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Irak (excluido de facto desde 1991), Irán, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
EE UU ya anticipó a comienzos de la década un escenario permanente de precios elevados, en contraste con los niveles alcanzados a finales de los noventa (el Brent llegó a cotizar a 9,6 dólares por barril en 1998). Según van pasando los años, los trazos de ese panorama de petróleo caro se van haciendo más sólidos. 'Si atendemos a los fundamentales de consumo y producción, lo que vamos a ver en los próximos años es un periodo de precios suaves. Será complicado ver a corto plazo el crudo regresando a cotas de 80 dólares, pero también será muy difícil que baje de los 45', pronostica David Kirsch, de PFC Energy.
El papel de los especuladores
En el momento más agudo de la segunda guerra del Golfo (marzo-abril de 2003), la OPEP llegó a hablar de una prima de 10 dólares por barril que no respondía a factores fundamentales, sino exclusivamente geopolíticos. La actividad especulativa es uno de los elementos que siempre entra en juego en el petróleo. Aunque el debate sobre su impacto real sigue abierto, basta para hacerse una idea el dato de que en los mercados de futuros de Londres y Nueva York el volumen de crudo que se negocia cada día equivale a 3,8 veces la demanda mundial.
'Los hedge funds han reducido fuertemente sus posiciones netas largas compradoras en todo tipo de materias primas. Los hedge funds se han convertido ahora en vendedores de petróleo', confirman en Société Générale.
En cualquier caso, junto al papel de los especuladores, confluyen otras fuerzas determinantes. 'El mercado del petróleo se tomará una pausa durante los años 2007 y 2008 para absorber el brusco crecimiento del suministro de crudo procedente de países fuera de la OPEP', aseguran en Merrill Lynch. Se espera, en definitiva un año tranquilo, pero un experto resume así las complicaciones de predecir la evolución del crudo: 'El problema es que hay tantos factores que pueden hacer subir el precio del petróleo, como los que pueden hacerlo bajar'.