Almunia cifra el alza del PIB en 2006 en torno al 2,6%
La zona euro creció el año pasado a su tasa máxima desde 2000. El comisario económico, Joaquín Almunia, afirmó ayer que los Doce crecieron 'al menos un 2,6%'. Almunia auguró otro buen ejercicio en 2007, marcado por la consolidación fiscal y por menores tensiones inflacionistas.
Europa ha dejado atrás las vacas flacas. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, avanzó ayer que el PIB de la zona euro creció en 2006 'un 2,6%, si no más'. Será, en cualquier caso, el mayor crecimiento en seis años. Almunia, que participó en el seminario Oportunidades y Crecimiento de la Empresa Española ante el Mercado Global, organizado por Cinco Días y Moneda æscaron;nica, y patrocinado por el Icex, el ICO y Crédito y Caución, auguró que la bonanza continuará en 2007, basada, no sólo en el 'excepcional' ciclo expansivo de la economía internacional, sino también en factores internos.
El responsable económico de Bruselas afirmó que dos de los riesgos que se observaban hace pocos meses -el precio del petróleo y la desaceleración de Estados Unidos-, no se están materializando: el barril de crudo cuesta casi 30 dólares menos que en agosto, y la mayor economía del planeta crecerá aún cerca del 3% este año.
En el ámbito interno de la zona euro, Almunia afirmó que los efectos de la subida de tres puntos del IVA en Alemania 'parece que se han sobreestimado'. El motor de la economía europea acabó 2006 creciendo un 2,5% y con el déficit público controlado al 2% del PIB.
El envejecimiento de la población, entre los retos pendientes a corto plazo
Rigor presupuestario
La vuelta al rigor presupuestario es otro de los síntomas de mejoría destacados por Almunia: también Francia ha cumplido el límite del Pacto de Estabilidad (3% del PIB), mientras que los únicos dos países que lo sobrepasan, Italia y Portugal, volverán a bajar del umbral en 2007 y 2008, respectivamente.
Aunque dejó claro que las 'excelentes condiciones de financiación' vigentes en la zona euro con tipos de interés en el 3,5% no serán eternas, explicó que, a corto plazo, no parece probable que se endurezcan de forma significativa. Almunia quiso restar importancia así al informe del BCE, hecho público ayer, en el que la autoridad monetaria insiste en que los tipos siguen bajos en la zona euro.
Por otro lado, el comisario valoró los resultados de algunas reformas enmarcadas en la renovada estrategia de Lisboa, una vez que los objetivos iniciales (enunciados en 2000) se mostraran inalcanzables. Explicó que desde la llegada del euro, en 1999, se han creado 12 millones de puestos de trabajo en la eurozona, mientras que en los ocho años anteriores sólo se crearon dos millones. De hecho, durante la crisis de 2001-2004, que mantuvo estancadas a las principales economías de la zona, no se destruyó empleo. Un síntoma, a juicio de Almunia, de que 'los mercados funcionan mejor'. Pero el comisario también se refirió a los que son los dos grandes retos a afrontar por la economía de la zona euro: 'el demográfico y el cambio climático'. Almunia calcula que hacer frente al envejecimiento de la población tendrá un gasto equivalente al 3,5% del PIB. Por eso es importante elevar la relación entre contribuciones y prestaciones.
España debe abordar el déficit corriente
España se encuentra, según Almunia, en posición económica 'envidiada por muchos', como demuestran el fuerte crecimiento, la creación de empleo y la tendencia a la contención de los precios. Pero también hay 'elementos de preocupación', tal y como refleja el déficit corriente, que ronda ya el 8% del PIB.Al respecto se explayó bastante e incluso dio consejos para afrontar el problema. 'El superávit fiscal y la reducción de la deuda dan margen para afrontarlo, pero se deben tomar medidas para mejorar el sistema productivo', afirmó antes de recordar que, desde la llegada del euro, en 1999, España ha perdido competitividad todos los años.'El elemento básico del déficit es estructural', advirtió, aludiendo al escaso valor añadido de las exportaciones y el diferencial de IPC 'derivado de la escasa competencia en los servicios', aseguróAlmunia reconoció que la pertenencia a la zona euro posibilita mantener el déficit corriente durante más tiempo, aunque advirtió de que, por ese motivo, 'puede difuminar la necesidad de tomar medidas'.A su juicio, algunos determinantes del empeoramiento de la balanza 'ya no se van a poder corregir', como el empeoramiento del saldo de servicios o de las rentas migratorias.
Internacionalización
La inversión directa en el exterior supera a la extranjera en el país.
Aurelio Martínez, presidente del Instituto de Crédito Oficial, cree que España ha entrado en la 'tercera fase' de su posición inversora respecto al mundo. Esa fase de madurez, a su juicio, se produce cuando el stock de inversión directa en el exterior supera al del resto del mundo en el país. En esa situación, con el tiempo, las rentas netas por inversión tienden a ser positivas. Martínez refirió una serie de 'peculiaridades' de la inversión española: baja presencia de tecnología propia, concentración tanto material (servicios) como espacial (Latinoamérica y Unión Europea), pujanza de la empresa familiar o financiación con ahorro europeo. En su opinión, suele ser la segunda empresa del sector la que antes se lanza a la aventura exterior.
La apertura comercial contribuye a la mejora de renta per cápita.
El vicepresidente, ejecutivo del Icex, Ángel Martín Acebes, glosó en su intervención las bondades de la apertura vivida por la economía española en los últimos años. Desde el ingreso en la entonces Comunidad Económica Europea, en 1986, la suma de exportaciones e importaciones en relación al PIB se ha duplicado de largo (del 26% al 56%). En esos años, España es el cuarto país en el que más han crecido las exportaciones, sólo por detrás de China, India y Corea del Suro. Según Martín Acebes, existe una fuerte correlación entre apertura comercial y mejora de renta per cápita en nuestro país. Además, la salida mejora la posición competitiva de las empresas, 'según sostiene el 90% de las 33.000 empresas que exportan regularmente'.
La aportación de valor añadido, 'indispensable para sobrevivir'.
El consejero delegado de la aseguradora de cobros Crédito y Caución, Isidoro Unda, utilizó su intervención para advertir que el fenómeno de la globalización es irreversible. ¢Aunque no queramos salir al exterior, antes o después vamos a ser agredidos por empresas extranjeras, por lo que es imprescindible estar preparados¢, dijo. El directivo afirmó que, donde hay poca aportación de valor añadido, ¢es imposible sobrevivir, salvo que se trabaje con una productividad muy elevada¢. Este último caso, según Unda, es poco habitual, y resulta casi imposible competir con países emergentes en actividades con escaso valor añadido. Aunque ¢hay excepciones¢, las empresas que no crecen ¢tienen un futuro difícil¢ en el mundo globalizado.