El dividendo, otra vez protagonista
El año recién terminado ha sido generoso en el reparto de dividendos por parte de las empresas. Se ha superado la cifra récord de 21.700 millones, y en el caso del Ibex la rentabilidad por dividendo media contabilizada ronda, pese al espectacular ritmo alcista de las cotizaciones, el 3%. En 2007 el dividendo mantiene su atractivo. Las empresas seguirán elevando la remuneración al accionista, aunque, eso sí, a un ritmo menor que el contabilizado en 2006, en sincronía con la esperada ralentización en las cifras de crecimiento de los beneficios empresariales. Como tampoco se espera una revalorización excesiva del mercado, ni del precio del dinero, la apuesta por valores que miman al accionista con importantes retribuciones sigue siendo atractiva.
A ello contribuye la senda descendente que ha tomado la inflación, que a partir de ahora, con el crudo en clara inflexión a la baja y con perspectivas de moderación en el crecimiento económico de la zona euro, podría incluso acentuarse. Tampoco la renta fija a medio y largo plazo ofrece rentabilidades muy superiores a las de algunas de las empresas que reparten buena parte del beneficio entre sus accionistas. El aplanamiento de la curva de tipos de la deuda dura ya cierto tiempo y de momento no se vislumbra que la situación vaya a cambiar. La vivienda por su parte confirma día a día que la desaceleración de los precios es evidente, con previsiones que apuntan este año a una revalorización similar a la inflación.
Alternativas claras para el ahorro, sobre todo para el más conservador, son los depósitos y los fondos monetarios, que eluden el riesgo de colocar el dinero en activos que cada día cambian de precio y que en cualquier momento pueden sufrir una caída de su cotización. Si el inversor opta por la Bolsa y por las empresas defensivas, es decir, con elevado dividendo, existe una alternativa con más potencial de rentabilidad, la inversión en valores del resto de Europa, que cotizan a precios más bajos que los españoles y ofrecen por tanto rentabilidades por dividendo superiores.