Llegan semanas cruciales
Al volver a matar ciegamente, ETA ha roto la tregua que ella misma había decretado y ha puesto fin a un proceso de paz mal abordado por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero (...).
Este nuevo atentado mortal (...) retrotrae a un sombrío pasado del que España no consigue desprenderse (...). Aunque sus esfuerzos se revelan hoy ilusorios, Zapatero tuvo razón al tratar de hacer borrón y cuenta nueva (...).
El atentado de Barajas muestra que Zapatero no estaba plegado a las exigencias de los terroristas, como la derecha española le ha reprochado constantemente. Pero la oposición tenía razón al decir que el proceso de paz estaba abocado al fracaso. Por una buena razón: el Gobierno no ha descartado nunca la hipótesis de concesiones políticas encaminadas a una autodeterminación del País Vasco (...).
Las próximas semanas serán cruciales (...). El fin de la tregua debe ser, para Zapatero, momento de hacer examen de conciencia. En la lucha contra ETA, las buenas intenciones no bastan. En cuanto a la oposición de derecha, habrá de cesar su guerrilla. Ya no podrá sustraerse por más tiempo a la obligación de ayudar al Gobierno si se muestra dispuesto a hacer un frente común frente al terrorismo.