Los planes de renta fija, la decepción del año 2006
La histórica subida del Ibex 35 (la mayor revalorización desde 1998) y los altos niveles de valoración que han alcanzado algunas Bolsas internacionales en las que invierten los planes españoles han colocado las rentabilidades del conjunto en una de sus mejores cotas de los últimos años. Y ello a pesar de que, en contraste con la brillantez de la renta variable, las rentabilidades de la renta fija han resultado bastante decepcionantes en casi todos los segmentos del mercado. No se esperaba gran cosa de los que invierten en los mercados de bonos, pero a la hora de la verdad sus resultados han sido peores de lo que se esperaba.
Los planes que invierten en los mercados de bonos están a punto de cerrar el año (los últimos datos conocidos corresponden a mediados de la semana recién transcurrida) con rendimientos medios del orden del 1% en el caso de los de renta fija a medio y largo plazo y por debajo del 0,3% en lo de perfil más defensivo, los que invierten en los bonos a corto plazo. Estos últimos aún no han tenido margen suficiente para aprovechar las subidas de tipos en los plazos más cortos.
La cara más positiva la aportan los que tienen relación con la renta variable. Del colectivo de 150 planes de renta variable pura (sin incluir los mixtos), una decena ha logrado ganancias superiores al 30%, en línea con los avances que ha registrado el Ibex 35 en el año que termina. En el lado opuesto, también de la renta variable, los planes con peores resultados presentan pérdidas que en algún caso llegan a superar los dos dígitos debido a la vocación inversora de algunos planes especializados en el mercado japonés, el peor de los grandes mercados durante el año que finaliza.
Los partícipes no suelen utilizar las posibilidades de movilización que permite la legislación para traspasar su ahorro de unos planes a otros. Esta escasa movilidad sigue sin experimentar grandes cambios a pesar de los desiguales resultados vistas este año.