Las empresas de EE UU, ante el reto de la conciliación

Por primera vez una mujer, Nancy Pelosi, será líder de la Cámara de Representantes que se renueva en enero. Un logro raro en un país en el que demografía y política andan muy desacompasadas y la sincronización está llevando mucho tiempo.

El Congreso que ha salido de las elecciones del 7 de noviembre marca un récord de representación femenina: 71 mujeres en la cámara baja y 16 en el Senado (435 y 100 escaños, respectivamente). La suma de nuevas políticas, además, está siendo muy lenta. En 1992 ya había 54 representantes y apenas se han sumado una o dos mujeres desde entonces. Este año, han sido cuatro.

'Me gustaría que hubiera cuotas en la representación del Gobierno', comenta Carol Evans, directora de la revista Working Mothers (Madres Trabajadoras). Para Evans, es curioso que EE UU haya impuesto que el 25% de los legisladores en Irak sean mujeres, 'mientras en nuestro país solo ocupen el 14% del Congreso'. Aunque Evans tiene dudas de que las cuotas femeninas funcionen en política en EE UU, cree que son imposibles en las empresas de este país. 'Estamos en un sistema de libre empresa. En este país se está convencido de que el talento debe ser la clave del ganador. Sería difícil que aquí hubiera un mandato de cuotas'.

La flexibilidad pasa por empezar pronto e irse antes, trabajar desde casa uno o dos días a la semana y más horas en invierno que en verano

En el mundo corporativo estadounidense la sincronización demográfica se está haciendo a un ritmo sólo ligeramente mayor. No hay ley que obligue al permiso de maternidad. En los informes que sobre esta materia se hacen regularmente se recuerda que los otros países, de un grupo de 168, que no lo tienen son Lesoto, Swazilandia y Papua Nueva Guinea.

'Las mujeres han ganado mucho terreno, pero no están arriba todavía', explica Evans. 'Todo el mundo habla como si fuera un gran triunfo que haya 11 mujeres en los puestos de consejeros delegados en empresas del S&P 500, pero ¿por qué no tenemos 200? Sólo son 11. No hemos llegado muy lejos pero es un inicio, aunque avanza más lentamente de lo que habíamos pensado'.

Ella conoce esta evolución de primera mano porque desde hace 21 años su revista publica una lista anual con las empresas que mejor orientan la conciliación familiar esencial para las madres trabajadoras. 'Las cosas han cambiado mucho desde que empezamos porque cada año mejora algo. Por ejemplo, el año pasado sólo el 47% de las compañías ofrecía permiso por paternidad. Este año, el 57% lo hace', cuenta.

'Programas que podíamos imaginar hace años, como 16 meses de permiso de maternidad, cuidados de apoyo gratuitos, vuelta gradual al trabajo o ayudas de 10.000 dólares para adopciones, son ahora una realidad en muchas de las compañías de la lista', se lee en la revista. Cuando Working Mothers comenzó este ranking sólo había 30 compañías. Ahora no sólo hay más, sino que su compromiso es mayor. La mayoría empezó por donde el sistema legal fallaba estrepitosamente: los permisos de maternidad.

Laboratorios Abbott, uno de los que tiene puesto en esta lista, ofrece seis semanas de permiso maternal pagado tras un año de trabajo. También se puede optar a tomar otras seis más sin salario. Los padres, también los adoptivos, tienen dos semanas. En Citigroup, tienen al menos 13 semanas pagadas por maternidad y los padres adoptivos ocho, además tienen ayuda financiera.

Lo más demandado y popular es la flexibilidad, concepto que pasa por empezar pronto e irse también antes, trabajar desde casa uno o dos días a la semana (ahora que la tecnología lo permite en muchos casos) y más horas en el invierno que en el verano, porque el cuidado de los niños es más difícil y caro en esta época del año. Se puede condensar las horas de la semana en cuatro días. 'O algo más creativo: el trabajo compartido; es decir, que dos personas hagan el mismo trabajo', enumera la directora de Working Mothers. 'La idea que subyace tras la promoción de la flexibilidad en la cultura corporativa es que no se va a marginar a las mujeres con horarios especiales. Obviamente, si no puede hacer frente a los retos más importantes de la compañía, no puede ser promocionada, al menos no tan rápidamente. Pero se pueden hacer muchas cosas aunque una esté un día en casa'.

La flexibilidad no funciona para todas las situaciones laborales, pero cada trabajo debe tener un cierto nivel de adaptación. Por ejemplo, en Kraft a los trabajadores que están en las plantas les permite tomarse horas o días libres por motivos familiares. 'Estos beneficios no deben ser únicamente para ejecutivos', apunta Evans.

Las mujeres no pueden estar al margen de la empresa y ésta debe adaptarse a sus necesidades. La rentabilidad de las compañías crece porque los empleados son más productivos, están más centrados en el trabajo y tienen menos ansiedad sobre su vida familiar.

Empresas

¦bull; 'Working Mother Magazine' publica cada año la lista de las cien mejores empresas para las trabajadoras con hijos. Entre ellas, corporaciones conocidas del sector financiero como Goldman Sachs, Credit Suisse, Morgan Stanley o JPMorgan; farmacéutico, como Pfizer o Novartis; automoción como Ford o DaimlerChrysler, informática como IBM o Microsoft, o telefonía, como Motorola.

Líderes y modelos

Patricia Woertz es la consejera delegada de AMD, una empresa en crecimiento; antes fue alta directiva de Chevron. Después de tener a sus hijos, se dio prisa por incorporarse al trabajo, a pesar de que el último parto fue de gemelos y con cesárea. Por cierto, ella misma condujo el coche hasta el hospital, después de sentir dolores durante una reunión.Es el ejemplo de la adopción de un papel casi masculino en el trabajo. 'No creo que sea un modelo para muchas mujeres. Ningún consejero delegado trabaja de la misma manera', explica Carol Evans que, no obstante, tampoco cree que sea un modelo negativo: 'La podemos admirar, pero no tenemos que ser como ella'. Curiosamente hace unos años, cuando Carly Fiorina (en la foto) era la presidenta de HP y la mujer más poderosa del mundo, Fortune dijo que era también la mujer menos envidiada por sus pares.No es por falta de ambiciones. El 63% de las madres de EE UU 'tiene muchas aspiraciones con respecto a su carrera. Puede que quieran tomarse más tiempo para conseguir lo mismo que los hombres, porque tienen en mente también la maternidad. Tienen ambición y ganas, pero no quieren que se les trate como si fueran hombres porque no lo son'.