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Automoción

China pretende frenar las inversiones extranjeras en el sector automovilístico

El Gobierno chino ha anunciado nuevas medidas para poner freno a las inversiones extranjeras en la industria automovilística, así como en otros sectores, con el fin de controlar el boom económico que está experimentando el país, lo que según las autoridades podría derivar en un incremento de la inflación y de la deuda del país. Todavía no se ha definido la forma en que este anuncio del Gobierno de China afectará a los fabricantes de automóviles extranjeros, a las compañías textiles o en el metal.

Con las nuevas medidas para controlar las inversiones extranjeras, los fabricantes extranjeros que tengan intención de aumentar sus fábricas en China tendrán que demostrar que sus ventas superaron el 80% de su producción. La pasada semana, los fabricantes chinos anunciaron que la matriculación de coches en China aumentará un 22% este año, hasta alcanzar los siete millones de automóviles. Además, resaltaron que en 2007 las entregas aumentarán un 15%.

El Gobierno de Pekín ya ha dado buena muestra de su carácter intervencionista. En 2005 decidió no conceder tantas libertades en su peculiar sistema capitalista e incrementó los obstáculos al crédito al consumo y aumentó las tasas de matriculación, trabas que se levantaron en parte este año. Para poder establecerse, los fabricantes extranjeros han de formar una alianza al 50% con compañías locales.

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