A por el récord
En el deporte como en los negocios, la principal característica de un récord es su esencia efímera. A penas establecido, ya amenazado. El de las fusiones y adquisiciones (...) no es una excepción. Que el volumen de las operaciones de compra de empresas haya alcanzado este año un nivel sin precedente no sorprende (...).
El mundo rebosa de liquidez a buen precio, las empresas (...) disponen de tesoros de guerra que crean ambiciones. Y los fondos de inversión (...) levantan el dinero por decenas de millones sin más esfuerzo.
Dado que las mismas causas provocan en general los mismos efectos, 2007 empieza con condiciones inmejorables. Animados por sus éxitos, los fondos de inversión no tienen motivo para parar (...). En cuanto a la consolidación sectorial dictada por la mundialización, está lejos de alcanzar el mismo nivel de madurez en todas partes. Un buen número de sectores sigue atomizado. Como, por ejemplo, la farmacia, el petróleo o el acero a pesar de las grandes maniobras que están teniendo lugar. Para ser completos, conviene también mencionar la irrupción en el paisaje de nuevos actores industriales de los países emergentes con intención de hacerse un hueco al sol a golpe de fusiones y compras. En estas condiciones, el récord de 2006 parece bastante frágil.