Abre la tienda del futuro
Espejos que reconocen prendas, etiquetas inteligentes, cajas sin operarios y pago por huella dactilar están al alcance de los clientes.
Un cliente cualquiera entra en una tienda, es identificado por un lector biométrico o de tarjetas e inmediatamente tiene en el móvil un mensaje con las promociones más interesantes. Si además es titular de una tarjeta vip, las ofertas están personalizadas y la noticia de que está en el establecimiento llega, en forma de alerta, al ordenador de su dependiente habitual. Incluso puede solicitar la atención de un asesor virtual que le indica dónde se encuentra el producto que busca y, por supuesto, al salir no tiene que esperar colas. El cobro se cargará en su cuenta al atravesar un escáner.
Parece ciencia ficción, pero la tecnología para crear la tienda del futuro ya existe. 'El problema no es tecnológico, pero sí hay un amplio debate sobre la identificación de personas', aprecia Ángel de Juan, director de Toshiba TEC en España, 'por eso de momento se trabaja en mejorar las tiendas de puertas para adentro, en sus cadenas de aprovisionamiento o control de stock, y sólo algunos apuestan por rizar el rizo y mejorar la experiencia de compra de sus clientes'.
Quienes compran en la cadena británica Debenhams ya no piden a los espejos de sus probadores que únicamente realcen la figura, sino que les preguntan por la prenda que quieren llevarse a casa. El Magicmirror (espejo mágico), inventado por la tecnológica Paxar y la especialista en diseño experimental Thebigspace, reconoce la ropa que uno se está probando y detalla sus características gracias a un complejo entramado tecnológico.
El espejo, que comienza a venderse este mes fuera de Reino Unido, incluye un lector de radiofrecuencia (RFID) que percibe la información de la etiqueta de la prenda y expone la información a través de una pantalla digital integrada. De este modo, basta con ponerse delante para conocer la composición del tejido, cómo se debe lavar o planchar, las tallas disponibles en la tienda, colores, precio, accesorios con los que combina, etcétera.
Pero sus posibilidades no quedan ahí. Como quien frota una lámpara para que aparezca el genio, el consumidor puede llamar al vendedor con sólo tocar el cristal. ¿Cómo? Detrás no hay telepatía. El Magicmirror envía una señal -utilizando Wifi- hasta el ordenador de bolsillo que portan los vendedores. 'La eficacia de Magicmirror ya se ha demostrado en Gran Bretaña en distintos minoristas en los últimos 18 meses', afirma Jordi Baeta, director de la división de RFID de Paxar.
Empresas como IBM (ha inventado una increíble báscula que diferencia frutas y vegetales), Fujitsu, la citada Toshiba, Checkpoint, y un largo etcétera, se han esforzado en lanzar soluciones para un sector, el minorista, que además de competir en precio lucha por sorprender al consumidor.
De momento se dirigen, por capacidad inversora, a las grandes cadenas de distribución.
Sin ir más lejos, Fnac abrió la semana pasada en Bilbao una tienda con cuatro cajas para clientes alérgicos a las colas. Los terminales, fabricados por NCR, facilitan el escaneado de cada producto ante una pantalla táctil antes de meterlo en la bolsa. El comprador, sin la mediación de un operario, obtiene el tique y paga con tarjeta o en efectivo. 'Definitivamente esta es la solución adecuada para los clientes con prisa', cree Albertio Camiri, vicepresidente de Soluciones Retail de NCR en Europa.
Como el de FNAC, la mayoría de los avances tienen que ver con el cierre de la compra. 'Tienda del futuro' es el nombre de uno de los últimos proyectos de Toshiba TEC, que ha usado la cadena japonesa Familymart como banco de pruebas. El test consiste en combinar etiquetas RFID de bajo coste con el pago electrónico. Y el resultado es que cada uno de los 500 productos más demandados en Familymart lleva una etiqueta de identificación que es reconocida de forma automática cuando el consumidor sale de la tienda en hora punta. Una tarjeta monedero electrónico remata la operación minimizando el tiempo de espera. 'Este sistema reduce el tiempo de cobro en un 50%', según Kenji Hachisu, director ejecutivo de Toshiba TEC en Europa.
Grandes cadenas de distribución como Tesco, Metro y Wal-Mart han sido pioneras en la incorporación de las etiquetas con radiofrecuencia RFID en sus productos para conocer existencias sin necesidad de contar en los estantes, facilitar el cobro en cajas automáticas e incluso gestionar sus almacenes de forma automática. Corrían los años 2003 y 2004 cuando dieron los primeros pasos. Pero nada parecido a la experiencia de los centros estadounidenses Albertsons, donde el cliente paga con su huella dactilar gracias a un sistema biométrico que funciona desde marzo.
Entretanto en España existen 550.379 empresas de comercio al por menor entre las que sólo el 57% dispone de un PC, según una encuesta encargada por Industria a Red.es. En un 14,7% de los casos existen redes de conexión inalámbrica a internet y en más de la mitad (57%) siguen creyendo que la red no puede ayudarles a mejorar sus ventas. 'La mayoría se fija en las grandes cadenas y la evolución es ineludible', tranquiliza Ángel de Juan desde Toshiba.
Próximamente en sus establecimientos más cercanos
Marketing sensorial. Ambientadores, música e imágenes pueden variar en función del tráfico que hay en el establecimiento, de la hora del día o de que haya que poner un producto en la mente del consumidor. Firmas como VCS Timeless y Mood Media explotan este tipo de soluciones de marketing sensorial.
Cajas automáticas. NCR ha preguntado a medio millar de consumidores tras instalar cajas automáticas en un centro comercial de Madrid y para ellos la principal ventaja es eludir las colas. El 10% dijo que siempre pasarían por este tipo de cajas, mientras el 53% se decantaría por comprar en tiendas con sistemas de autoservicio.
Carrito de la compra. El carro es todo un campo de batalla para tecnológicas como IBM y Fujitsu, que han desarrollado sendos carros con pantalla incorporada en la que se informa sobre los productos. Por su parte, la neozelandesa Cabco distribuye carros con pantallas de vídeo para entretener a los más pequeños.
Tarjetas 'contactless'. Un sistema de lectura a distancia ideado por Visa agiliza al máximo el pago con tarjeta. La Caixa emitirá Contactless, que es como se llama el ingenio, en enero. Sus portadores no tendrán que sacar la tarjeta de la cartera y mucho menos confiársela al cobrador, pues bastará con situarla delante de un lector.