Semana decisiva para la integración de NYSE y Euronext
La integración de la Bolsa de Nueva York (NYSE) y la paneuropea Euronext se enfrenta una semana decisiva, con la celebración de sendas juntas de accionistas en las que se votará la operación. Los analistas advierten que algunos inversores de Euronext pueden oponerse, preocupados por la posibilidad de que las leyes estadounidenses afecten a los mercados europeos.
Mañana se reunirá en Ámsterdam la asamblea extraordinaria de Euronext, que opera las Bolsas de dicha ciudad, París, Bruselas y Lisboa. El fondo de fondos estadounidense Fund Atticus y el banco francés Société Générale, que controlan el 10% y el 3% de la compañía, apoyan la fusión.
El analista de Rabo Securities Thomas Nagtegaal, en declaraciones a Reuters, considera que el atractivo de la valoración y la ausencia de una oferta competidora deberían ser suficientes para convencer también a TCI, uno de los principales accionistas, que apoyó durante mucho tiempo una fusión con Deutsche Börse, cuya oferta fue rechazada por el consejo de Euronext.
El acuerdo, que requiere una mayoría simple, permitiría cambiar una acción de la europea por 0,98 participaciones de la nueva NYSE Euronext, además de 21,32 euros en efectivo. El acuerdo asciende ya a 11.000 millones de euros, gracias a que la Bolsa de Nueva York se ha revalorizado un 56% desde el 1 de junio, cuando se presentó el acuerdo.
La confianza en su éxito no es absoluta, de lo que da muestra que Euronext cerrase el viernes a 91,2 euros por acción, un 4,7% por debajo de la oferta (95,7 euros). La preocupación en los mercados es que la operación provoque la injerencia en Europa de las estrictas leyes estadounidenses de contabilidad y buen gobierno, como la Sarbanes-Oxley.
Euronext y NYSE han propuesto crear una fundación en los Países Bajos que proteja la independencia de los mercados europeos, pero algunos expertos consideran necesarias más medidas. Otra crítica es la lanzada por la gestora independiente PhiTrust Active Investors, que representa a algunos accionistas, y que considera que la fusión debilitará a la junta en beneficio del consejo de administración.
La fusión ya fue aprobada por los reguladores de Euronext, con varias condiciones, entre ellas que cualquier transacción de NYSE Euronext deberá someterse a su criterio, aunque no tenga un efecto directo sobre los mercados europeos.
La votación en el seno de NYSE (el miércoles) no plantea dudas. Después sólo quedará pendiente el visto bueno del regulador estadounidense, y la pretensión es cerrar la fusión en el primer trimestre de 2007.
Si sale adelante, el NYSE Euronext será el primer mercado transatlántico. En la misma carrera compite la bolsa tecnológica estadounidense Nasdaq, que lanzó el martes pasado una opa sobre la Bolsa de Londres, por 4.000 millones de euros.