Barreras inaceptables
La creación de un mercado único en Europa de bienes y servicios es una carrera de obstáculos y el sector de la construcción es un claro ejemplo de ello. La mayor parte de los gobiernos han creado unos sistemas de adjudicación que impiden en la práctica a las empresas extranjeras conseguir obra a menos que vayan de la mano e un socio local. Portugal es un ejemplo palmario y ahora ha dado un salto cualitativo en esas prácticas. El Gobierno luso ha fijado en los concursos de obra unos requisitos exigentes para toda empresa constructora foránea, los cuales no son de aplicación para las firmas locales. Ferrovial ha decidido recurrir la medida ante la UE por considerar que atenta contra la legislación comunitaria. Bruselas debe ser tajante con esta decisión pero también debe luchar contra esas barreras invisibles, que en España, por cierto, se utilizan con gran eficacia.