Los expertos apuestan por una Bolsa alcista también en 2007
Los expertos creen que será difícil repetir un año como 2006 y no ven el Ibex más allá de 15.000 puntos.
La Bolsa española está a punto de cerrar un ejercicio impensable hace un año, con una subida del Ibex del 34%, que más que triplica las previsiones iniciales. Pero la alegría del rally de final de año deja a la Bolsa con ciertos signos de fatiga y el optimismo sobre lo que será el 2007 se modera. Las acciones seguirán siendo el activo preferido de los inversores, sobre todo por falta de alternativas interesantes. Pero los rendimientos son más difíciles de repetir y aunque los índices seguirán alcistas, salvo sorpresas, no cabe esperar un año espectacular como el actual.
Las estimaciones del consenso recopiladas a partir de las previsiones de 13 firmas de análisis recogidas por Cinco Días, apuntan a un Ibex en el entorno de los 15.000 puntos para finales del próximo ejercicio, lo que supone una revalorización del 4,2% respecto al cierre de ayer.
En 2006, el auge de los movimientos empresariales se sumó a un entorno económico benigno y a otro ejercicio de beneficios empresariales récord, lo que ha desembocado en el cuarto año consecutivo de fuertes alzas. Desde los mínimos 2002 el Ibex ha subido un 168% de manera ininterrumpida, hasta cotas históricas.
Es precisamente la magnitud y la rapidez de la escalada -un 18% sube el Ibex en tres meses- lo que deja al mercado en una situación compleja. Las valoraciones de las compañías se han encarecido y ya están por encima de las media europea, con un PER 2006 del 15,53 para el Ibex y del 12,99 para el Euro Stoxx 50. Aunque los expertos repiten que en términos históricos aún está en línea o algo por encima de la media, todos coinciden al predecir que el año bursátil que se avecina exigirá mayor destreza por parte de inversores para acertar en las apuestas.
En los últimos cuatro años sólo en mayo y noviembre de 2006 la volatilidad ha repuntado. Pero estos violentos bandazos prácticamente olvidados tienen todas las cartas para regresar al mercado y convertirse en uno de los elementos que los inversores deberán afrontar en 2007.
Se impone buscar calidad e invertir analizando cuidadosamente las compañías. Hasta el momento las subidas se han producido en bloque. Este ejercicio, sin ir más lejos, sólo tres empresas del índice van camino de concluir en negativo. También mantener las tasas de crecimiento de beneficios se dificultará, pues la comparación se hará con 2006, un año récord. Por eso los analistas esperan una mayor dispersión de los movimientos: las empresas capaces de hacerlo bien en un entorno más complejo serán generosamente premiadas, mientras aquellas con beneficios de menor calidad sufrirán en Bolsa. Afinar carteras, apostar por valores muy específicos y buscar oportunidades en otros mercados europeos es la consigna.
Los mercados estarán muy pendientes de un entorno macro en el que se apuesta por una moderación del crecimiento a nivel global. Hay más probabilidades de un aterrizaje suave que de una recesión de la economía de EE UU. Se baraja un creciento del PIB algo inferior al 3% en EE UU y algo superior al 2% en Europa.
Lo cierto es que la Bolsa afronta un ejercicio incierto. En los últimos meses la enorme liquidez de la que ha disfrutado el mercado ha facilitado su buen comportamiento. Queda por ver si seguirá fuerte, y los temores no se concretan. El dinero es miedoso.
'La Bolsa española ya no está barata'
La Bolsa española ya no está barata'. Es la conclusión mayoritaria del desayuno de trabajo organizado esta semana en la sede de Cinco Días en Madrid con expertos del sector. Representantes de Fortis, UBS, BPI, Caja Madrid, Ibersecurities y Espírito Santo acudieron a la cita para exponer su visión sobre el mercado de cara al próximo ejercicio 2007.En el debate, al contrario que en los últimos ejercicios, quedó claro que no existe una visión unánime a la hora de predecir el comportamiento que tendrá la renta variable en 2007. Después de cuatro años de excelentes rendimientos el panorama se complica. El margen para sorpresas positivas es menor porque casi todas han llegado ya. Y aunque los riesgos no parecen preocupar en exceso -de momento-, la apuesta por la Bolsa tiene un tono profundamente diferente a la de otros años.'Los múltiplos de los mercados han subido pero siguen en niveles confortables. En una perspectiva europea nos parece que la renta variable sigue atractiva respecto a otros activos', comenta Ana Negreis de Matos, directora de análisis de BPI. Y ésta parece ser una de las claves de cara al próximo ejercicio. 'El mercado no está excesivamente caro. El PER de la Bolsa ronda las 15 veces cuando en los dos últimos ciclos se ha llegado a las 17 veces', añade Antonio López, director de análisis de Fortis.Los expertos, además, esperan que persista la oleada de movimientos empresariales, uno de los motores del mercado este ejercicio. 'Veremos la consolidación en el sector eléctrico y en otros como el bancario y las telecomunicaciones', comenta Fernando García, de Espírito Santo Research.Un factor que explica la enorme liquidez de la que ha disfrutado el mercado este ejercicio. 'Mientras exista liquidez no hay grandes riesgos de caídas, pero somos más escépticos', comenta Víctor Peiró, director de análisis de Caja Madrid Bolsa.Ahora bien, ninguna previsión da al Ibex un potencial muy superior al 5% para 2007. Porque estos elementos positivos, que por sí solos abrirían la puerta a un ejercicio de ganancias, están acompañados de factores de riesgo que pueden resurgir y convertirse en protagonistas. Y aquí es donde surgen las diferencias de opinión. 'En la primera parte del año sería optimista mientras las valoraciones, la disponibilidad de fondos y la consolidación sigan primando. El único elemento que puede provocar ciertos nubarrones sería que ciertos desequilibrios de las economías mundiales -que de momento se están obviando- salieran a la luz como ocurrió en abril y mayo de este año', añade García.Una opinión que comparten otros analistas. 'El mercado está obviando los problemas geopolíticos que hay, el precio del petróleo no tiene ningún tipo de influencia. Da lo mismo que esté a 40, 70 o 80 dólares. Pero estas cosas, en cuanto alguna pieza del puzle deje de encajar, puede provocar que todo se venga abajo', añade Peiró.Bosco Ojeda, director de análisis de UBS para España y Portugal, va incluso más allá. 'Nosotros somos escépticos. Es verdad que los beneficios empresariales y el entorno económico apuntan a un crecimiento bastante decente en Europa y Estados Unidos. Los tipos de interés han subido pero están relativamente bajos y las valoraciones no son alarmantes. El problema es que vemos síntomas de agotamiento. El consumo, en concreto en España y Estados Unidos, puede enfriarse y hacer mella en el crecimiento. Aquí somos más negativos que la media. El crecimiento será sostenido si el consumo se mantiene'.Está por ver también si las últimas fusiones y adquisiciones realmente generan valor, algo que no todos los expertos tienen claro. 'Es peligroso porque se han pagado cantidades muy elevadas por cosas que igual no lo valen, o lo valdrán dentro de 10 años', comenta Nicolás Fernández, director de análisis de Ibersecurities. Lo que nadie duda es que afrontamos un año bursátil muy complicado. 'Algún susto en el primer semestre nos podremos llevar. 2007 será todavía más complicado. Creo que sin duda la Bolsa tiene que tener algún recorte', añade.A partir de ahora queda realizar una exhaustiva selección de valores para garantizar el éxito. Y muchos comentan que uno de los riesgos radica precisamente en que el potencial del mercado está en manos de muy pocos valores. Telefónica tiene más seguidores que detractores, mientras que la banca se repite como uno de los sectores más recomendados. Más allá las apuestas se complican y dispersan. Mirar hacia Europa, donde el mercado no está tan caro, empieza a ser uno de los consejos más escuchados.En cada platillo de la balanza hay factores de peso. Por eso los analistas tienden al equilibrio. Al fin y al cabo, que el mercado se ponga la venda tras subir el 34% en un año -y el 168% en cuatro- es una señal positiva de realismo que aleja esta subida de otras etapas recientes cuyas consecuencias fueron, a la postre, más dolorosas.