Abertis mira a EE UU tras fracasar su fusión con Autostrade
Abertis y Autostrade certificaron ayer el fracaso de su actual proyecto de fusión. Ahora, la concesionaria de infraestructuras española se plantea nuevas inversiones en mercados como EE UU, aunque deja la vía abierta a reconsiderar la operación abortada si Italia despeja todas las trabas.
Final abierto para una fusión anunciada hace ocho meses. Los consejos de Abertis y el grupo de autopistas italiano Autostrade certificaron ayer que oficialmente abandonan el actual proyecto de fusión que iba a crear el primer grupo mundial de autopistas. A partir de ahora se abre a nuevas inversiones para crecer en mercados como EE UU.
Como consecuencia de su retirada de la fusión, la junta de accionistas de la compañía controlada por los Benetton no aprobó el dividendo extraordinarios de 1.200 millones ligado a la unión.
La falta de autorización por parte del Gobierno italiano (necesaria tras la intervención de un tribunal administrativo) y el cambio 'unilateral' de los contratos de las autopistas de Autostrade son las principales razones que han dado al traste con la operación, explicaron las compañías en un comunicado conjunto. Los riesgos negativos de la nueva normativa incluida en la ley presupuestaria y la 'total incertidumbre' para el calendario de la fusión, acordada con efecto desde 2007, han impedido a la concesionaria española y su participada seguir adelante con el plan aprobado en sus juntas en junio pasado.
Aunque el grupo controlado por ACS y La Caixa y el de los Benetton dejan la puerta abierta. Ambos 'prevén que en un futuro se podrán dar las condiciones que permitan reconsiderar el proyecto' y por ello se proponen seguir el diálogo con el Gobierno. La cúpula de Abertis es consciente de que ahora Autostrade queda libre (oficialmente) como pieza de caza ante fondos u otros inversores quizá no deseados por el Ejecutivo de Romano Prodi y también de que los Benetton seguirán presionando porque su intención es reducir peso en la concesionaria italiana. Por este motivo, parecen no descartar un giro de la situación. De momento, la empresa española se sacude la presión de los plazos para negociar.
Mientras, el ministro de Infraestructuras y azote de la operación, Antonio di Pietro, afirmó ayer que espera reanudar las conversaciones con Autostrade después de que cambie la normativa de concesiones, informa Reuters.
Si bien, Italia afronta aún las resoluciones finales de la Comisaría de Competencia de la UE y el de Mercado Interior por su veto a la fusión ya que siguen adelante, informa Bernardo de Miguel.
Tras reforzar su división de telecomunicaciones con la compra del 32% del operador de satélites europeo Eutelsat, Abertis está dispuesta a seguir creciendo en infraestructuras en áreas como Estados Unidos, explican fuentes de la compañía. De hecho, ya se planteó este año entrar en el negocio estadounidense de autopistas. Pero 'no hay prisa', dicen desde la concesionaria.
La piedra de toque para las empresas españolas
El ejemplo de Abertis es uno más en la lista de inversiones españolas que han topado con los obstáculos de las autoridades italianas, poco dadas, como han demostrado, a permitir la entrada de operadores extranjeros. El BBVA, otra muestra, chocó dos veces contra el muro italiano tras los intentos fallidos de fusión con Unicredito y Banca Nazionale del Lavoro. Actualmente, otra constructora, Sacyr afronta la cancelación del macroproyecto del puente de Messina que uniría la península itálica con Sicilia. Era una promesa electoral de Prodi.Sin embargo, los intentos fallidos no reducen las ganas de las empresas españolas por desembarcar en Italia. Como muestra, Abertis no cambiará su peso en Autostrade ni dará marcha atrás en los cambios de estatutos aprobados para adaptarse a la fusión.