Trichet todavía no echa el freno
La política monetaria del BCE sigue siendo expansiva. De nuevo, Jean-Claude Trichet ha sido claro: tras elevar las tasas un cuarto de punto como marcaba su guión, la 'política monetaria sigue siendo acomodaticia' y 'los tipos de interés se mantienen a niveles bajos', mientras siguen los riesgos de aumento de la inflación, monetario y crediticio. Y eso a pesar de que esta subida, la sexta en 12 meses, ha llevado los tipos al 3,5%, el nivel más alto en 5 años.
El BCE aprovechó ayer para elevar su previsión de crecimiento en la zona euro y rebajar la de inflación. Por eso su anticipo de tipos más altos si es necesario, además de clarificador es práctico: siempre es más fácil marcar la parada más tarde que tener que rectificar.
El presidente de la autoridad monetaria está acertando al telegrafiar sus mensajes a los mercados, como prueba la tranquilidad con que ayer recibieron la subida y el mensaje de continuidad. Precisamente por eso se echó de menos una respuesta institucional del BCE a la fuerte apreciación del euro en las últimas semanas. Aunque el debilitamiento del dólar ha puesto el euro en máximos de 20 meses, lo que resta competitividad a las exportaciones, los ministros de Economía de la zona euro han mostrado escasa preocupación. Trichet evitó abordar el tema en lo que parece una estrategia estudiada para trasmitir tranquilidad. Porque el BCE sigue atentamente estos movimientos, dado que 'una volatilidad excesiva y movimientos desordenados en los tipos de cambio' -un ajuste brusco del dólar- tendría impactos impredecibles, pero siempre indeseados, sobre el crecimiento.
En clave española, la presión al alza de la nueva subida de tipos sobre las hipotecas es asumible y el Gobierno pide no crear 'alarmismo ni inquietud'. Lo primero es obvio; lo segundo es más difícil. El gran dilema de la política monetaria está entre no llegar y pasarse. En el caso del BCE, se complica porque la neutralidad de los tipos para un país, puede no serlo para otro. Y en el caso de España, con las familias más endeudadas que nunca, el impacto negativo de nuevas subidas puede ser mayor.