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Cuatro amigos crean un nuevo 'microchip manitas' para la casa

Gigle gana el premio a la innovación tecnológica de Caja Navarra, dotado con 60.000 euros

Los hogares integran cada vez más tecnologías, desde el home cinema hasta los nuevos DVD, pasando por cadenas de música de última generación y toda la parafernalia de internet. Sus manuales de instrucciones se acumulan en algún cajón y sus mandos sobre una mesa. Pero imagine que desde el televisor puede controlar la música, ver las películas del vídeo o las fotografías del ordenador, y todo con un solo mando y además sin cables extras. Es lo que propone el microchip que está desarrollando Gigle Semiconductores, una joven empresa con sede en Barcelona que ha recibido el primer premio nacional Eurecan de Caja Navarra a la mejor empresa innovadora de base tecnológica, dotado con 60.000 euros, entre un total de 108 proyectos.

El microchip de Gigle irá integrado en los electrodomésticos: bastará con conectar los aparatos a una red interna, por ejemplo de ADSL, pero también se puede utilizar otras como la eléctrica. El producto todavía permanece en fase de elaboración y no estará listo hasta 2008. Pero la empresa tiene ya contactos de cara a su puesta en el mercado con grandes fabricantes como Intel, Samsung, Siemens, Texas Instruments, LG o France Télécom.

Este lunes la dirección de la compañía anunció a sus socios que había llevado a cabo las primeras pruebas: alcanzó hasta un gigabyte por segundo sobre las líneas existentes en el hogar de telefonía, de electricidad y de televisión. Una velocidad que consideran ampliamente suficiente para llevar a cabo el intercambio multimedia.

Gigle cuenta con 24 trabajadores en su sede de Barcelona y 12 en su oficina de Edimburgo, treintañeros en su mayoría. La parte digital la lleva la sede española y la numérica, la escocesa. La empresa fue fundada hace apenas dos años, en septiembre de 2005, y en su primer ejercicio consiguió el respaldo financiero de la firma de capital riesgo británica Pound Venture y la estadounidense Accel Partners, que aportaron en conjunto 11 millones.

Desde su inicio, Gigle ha seducido a empresas e instituciones. El Gobierno escocés le concedió una beca al desarrollo de 24.000 euros. En España ha recibido más de un millón de euros en subvenciones del Ministerio de Industria y de la Generalitat de Cataluña. El premio de Eurecan es el cuarto que recibe en estos dos años. Sus cuatro socios fundadores vienen de empresas de tecnología y se conocieron tras haber coincidido en reuniones de negocios. El español Juan Carlos Riveiro, ingeniero de Telecomunicaciones y presidente de Gigle, el sueco Hakan Fouren y los británicos Jed Hurwitz y Mike Wilson decidieron dejar sus respectivos trabajos y lanzar su negocio.

Riveiro y Fouren montaron la oficina de Barcelona y Hurwitz y Wilson la de Edimburgo. La apertura en Escocia se adelantó un par de meses a la catalana porque, según explica âscar Chabrera, responsable financiero de la compañía, 'si en España se tarda 45 días en crear la empresa, en el Reino Unido se tarda dos días'.

A pesar de estar basada en España y presidida por un español, el público objetivo de Gigle es internacional. La baja penetración de la banda ancha aquí -13,9 líneas por cada 100 habitantes- hace que la compañía busque su mercado en países más interconectados, como EE UU y Japón.

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