La réplica del dólar
Inflar el valor del dólar es algo tradicional en los círculos gubernamentales (...). Con la caída del dólar en las últimas dos semanas, el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, (...) dijo que 'un dólar fuerte está claramente en el interés de nuestra nación'. Y Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, fue prudentemente optimista en su discurso sobre el crecimiento económico y avanzó que no recortará los tipos en un futuro cercano.
El crecimiento y unos tipos relativamente altos -si se aprueban más subidas- sería una buena combinación para el dólar. Pero hasta anteayer, el dólar no se había movido mucho de sus mínimos recientes (...).
Una moneda más débil es inevitable para un país tan endeudado como EE UU (...). El Gobierno ha supuesto -hasta ahora con razón- que EE UU es demasiado grande para fracasar. La Administración confía en que China, en particular, seguirá financiando el déficit de la nación (...).
Esto tiene más de punto muerto que de estabilidad, y pone demasiado bienestar del país en manos de bancos centrales extranjeros. Pero es lo mejor que los hombres de Bush han podido ofrecer, porque la verdadera estabilidad financiera global necesita responsabilidad financiera en nuestro país, algo que la Administración no tiene.