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Proyecto polémico

Las regiones productoras de vino rechazan la reforma comunitaria

El Comité de las Regiones Europeas se reunió ayer en sesión plenaria para consensuar posturas de cara al debate sobre el proyecto de dictamen para la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del vino propuesta por la Comisión Europea.

El informe aprobado, que fue presentado al pleno del Comité por Pedro Sanz, presidente del Gobierno de la Rioja, pide que la revisión de la OCM del vino se centre en el fomento de la calidad y de la promoción, no en el arranque de superficie del viñedo. Asimismo afirma que el planteamiento comunitario no soluciona los problemas del sector y que Bruselas debería presentar propuestas más constructivas para conseguir nuevos mercados o competir con los caldos del nuevo mundo. Bruselas plantea que ese arranque sea voluntario, pero propone primas atractivas y un presupuesto de hasta 2.400 millones de euros para fomentar esa medida.

Las tres grandes medidas incluidas en la reforma comunitaria del vino, cuya aplicación está prevista para finales de 2008, son el arranque de 400.000 hectáreas de viñedo en cinco años (el 12% de la superficie en Europa), establecer un pago único por producción y la eliminación de los derechos de plantación.

El informe, que incluyó enmiendas presentadas por Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, País Vasco y Galicia, fue aprobado con el voto de todas las regiones españolas, excepto el de Extremadura, que se abstuvo al ser rechazadas dos de sus enmiendas. Al debate también asistió el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, quien en la jornada anterior se reunió con el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, para exponerle la importancia económica y social de la reforma para Castilla-La Mancha. 'En nuestra región hay plantadas 600.000 hectáreas de viñedo; eso es mucha riqueza y puestos de trabajo', aseguró.

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