El Gobierno aclara que el recibo de la luz para los consumidores subirá en torno al IPC
El Gobierno ha asegurado hoy, mediante varios de sus representantes, que la tarifa de la luz para los ciudadanos no va a subir el 10% en 2007 y ha querido recalcar que el incremento para los consumidores domésticos se situará en torno al IPC. El Ejecutivo ha negado así lo que se ayer se recogía en algunas informaciones y ha aclarado que el borrador del Real Decreto de Tarifas Eléctricas para 2007 aún no está terminado.
El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, era el primero en referirse y negar esta alza, que sería la mayor en las dos últimas décadas y ha subrayado que "en todo caso" el incremento se ajustará a la evolución del IPC y no restará poder adquisitivo a los ciudadanos. Fuentes del Ministerio de Industria, consultadas por EFE, explicaron que el borrador del Real Decreto de Tarifas Eléctricas para 2007 aún no está terminado.
En esta línea argumental, desde Vigo, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, negó que el recibo de la luz vaya a subir el próximo año "más allá" del IPC. Por su parte, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, incidió también en que Industria aún "no tiene sobre la mesa" su propuesta definitiva sobre las tarifas de 2007.
Ayer, algunos medios se hacían eco de una información, lanzada por la agencia Europa Press, y en la que se afirmaba que la tarifa eléctrica para el conjunto de clientes (domésticos e industriales) podría subir una medida de un 10% en 2007, el mayor incremento de los últimos 20 años, citando a "fuentes conocedoras del Real Decreto" que aprobará el Gobierno en el último Consejo de Ministros del año.
La nueva subida del recibo de la luz, siempres según Europa Press, perseguiría acabar con el déficit tarifario y concienciar a los consumidores de los precios de la energía y se aplicaría en dos tramos: una subida del 6% en enero y la otra del 4% en julio, aunque las tarifas serán revisadas trimestralmente y se realizarán ajusten si los precios de las materias primas fluctúan de forma significativa.