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Planteamiento

Alemania solicita una profunda reforma del IVA que ataje el fraude

La lucha contra el fraude en el IVA se ha convertido en prioridad absoluta para la presidencia alemana de la UE, que se inicia el próximo 1 de enero. Berlín propone una transformación radical del sistema de recaudación para evitar unas pérdidas que superan los 100.000 millones de euros anuales.

La trama-carrusel del IVA desarticulada en España la semana pasada no es más que otro coletazo de un lucrativo fraude que azota Europa desde hace años. Alemania, la mayor economía del continente, calcula que ese fraude, consistente en cargar el IVA en una venta y no ingresarlo en Hacienda, reduce en un 2% sus ingresos anuales por ese tipo de imposición. En total, se estima que el fraude en los 25 países de la UE puede superar los 100.000 millones de euros anuales, es decir, el equivalente a todo el presupuesto comunitario.

Angela Merkel, después de meses pugnando en vano para que Bruselas le permita una reforma unilateral que corte la hemorragia, ha colocado la revisión de todo el sistema en lo más alto de la agenda de su próximo semestre presidencial en la UE. La Comisión Europea ya ha recibido el encargo de analizar las posibles soluciones al problema. Y entre las opciones, según ha reconocido el comisario de Fiscalidad, László Kovács, figurará la propuesta alemana de que en las operaciones entre empresas, superiores a 5.000 euros, el suministrador no aplique el IVA. La empresa compradora se encargaría de realizar una autoliquidación en Hacienda, eliminando el riesgo de que desaparezca con lo recaudado.

Alemania, que cuenta con el apoyo de Austria, asegura que el nuevo modelo erradicaría, al menos en su mercado, el fraude del carrusel. Berlín considera que por debajo de 5.000 euros no compensaría organizar tramas tan complejas como las que requiere esa estafa al fisco.

Merkel pretende modificar el gravamen sobre las operaciones superiores a 5.000 euros

El resto de países, entre ellos España, no parece tan convencido. Y creen que el fraude se trasladará, bien a otros mercados, bien a la fase final de la cadena de distribución, donde hay muchos más operadores. Los países con menos disciplina fiscal temen también que proveedores o intermediarios se sumerjan en el mercado negro tan pronto como desaparezca el incentivo de recuperar parte del IVA en Hacienda.

Kovács también ha rechazado la iniciativa por motivos legales y prácticos. Bruselas considera que Berlín pretende 'introducir un cambio fundamental en el sistema del IVA, eliminando una de sus características, como es el pago fragmentado'. Kovács piensa que una reforma de esa envergadura requiere un nuevo proyecto legislativo con base en el Tratado de la UE.

Bruselas admite que la supresión del IVA en ciertas operaciones entre empresas puede ser útil en algunos sectores. Austria, que se queja de sufrir un fraude superior al 4% de la recaudación, aplicó con éxito el sistema en el sector de la construcción. Y España, hace años, logró someter a imposición una actividad como la recogida de chatarra concentrando la aplicación del IVA en su destinatario final, el sector siderúrgico.

Pero la generalización de ese sistema, según la CE, fragmentaría la aplicación del IVA en el mercado común, aumentaría la carga administrativa de las empresas y trasladaría al sector privado el riesgo de pérdidas que ahora soporta el erario público.

Bruselas, además, considera que el volumen de fraude no justifica un cambio tan radical. 'El 95% de las empresas ingresan a tiempo la cantidad de IVA que les corresponde', señala el organismo comunitario. Y añade que en la mayoría de los países 'el 80% de la recaudación lo ingresan el 10% de los sujetos, lo que reduce el esfuerzo de control'.

A pesar de todas estas objeciones, Alemania contraatacó la semana pasada bloqueando varias iniciativas fiscales en el Consejo de Ministros de Economía de la UE. El ministro alemán, Peer Steinbrück, se mostró indignado por la indiferencia que los otros países habían mostrado hasta ahora hacia su iniciativa.

A partir de enero, sin embargo, Steinbrück ocupará la presidencia del Ecofin. Y Bruselas, como mínimo, deberá poner su propuesta junto a las otras que baraja para reformar el IVA. 'El IVA tiene 30 años y necesita algún tipo de modernización', se rendía Kovács ante el empecinamiento alemán.

Recuperación con justificante

Junto a la propuesta de Berlín, la CE verá la posibilidad de acabar con la exención del IVA en las ventas transfronterizas, excepción que explota el fraude del carrusel. 'No sería una mala solución si los tipos de imposición fueran más uniformes', reconocen fuentes del Consejo.La horquilla, sin embargo, continúa siendo de 10 puntos, entre el 15% de Luxemburgo y el 25% de Dinamarca y Suecia. Algunos expertos en fiscalidad consideran que la solución definitiva llegaría con la obligación de presentar al fisco el libro de registro del IVA repercutido para recuperar el IVA soportado. Se trataba de una hipótesis irrealizable cuando nació este impuesto hace más de 30 años. Pero ahora, gracias al desarrollo de la informática y de Internet, podría aplicarse sin demasiados costes para las empresas. En España, de hecho, Hacienda va a empezar a exigir ese libro (que normalmente registra el destinatario del IVA, su número de NIF, la base imponible y la cuota) a las grandes compañías.Quizá Kovács debería buscar la solución en España si tanto le disgusta la de Alemania.

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