De la reconstrucción a la reforma en 173 años
La empresa de mantenimiento Valero Echegoyen crecerá un 50% este año.
Valero Echegoyen ha pasado, a lo largo de sus 173 años de existencia, por las más variadas y pintorescas situaciones. La firma fue creada por el maestro artesano Marco Mongartin, especialista en la construcción de vidrieras y la platería, que llegó a Zaragoza para hacerse cargo de la reparación de los palacios destruidos durante la invasión napoleónica. Sin embargo, sería su yerno, Valero Echegoyen, quien protagonizaría la expansión y acabaría dando nombre a la empresa.
Desde entonces, la pyme ha cubierto el amplísimo camino que va desde la vidriería y una variada gama de trabajos, como las hojas de lata para conductos de humo, marcos para nichos de los cementerios o el forrado de tejados y torres en plomo, a la climatización y saneamiento de viviendas. Los hermanos Valero y Enrique Echegoyen subrayan que 'la apuesta por la innovación, la flexibilidad y la adaptación al cambio han sido los elementos clave que justifican una vida empresarial tan larga'.
La firma zaragozana espera cerrar 2006 con un crecimiento del 50%, de los seis a los nueve millones de euros. Juan Echegoyen, responsable del departamento comercial y administrativo y miembro de la séptima generación de la empresa, asegura que 'nuestro propósito es seguir creciendo, basándonos en la fuerte unión familiar y en la calidad demostrada a lo largo de muchos años'. La empresa proyecta desarrollar una completa oferta de trabajos de mantenimiento integral y cubrir con su actividad todo el territorio nacional.
La diversificación que ha dado vida a la empresa le ha ido aportando también una creciente especialización, aplicada a obras emblemáticas de la capital aragonesa, como la Academia General Militar o el Gran Hotel. De la reconstrucción de palacios, Valero Echegoyen pasó a nuevas actividades, como la canalización de tuberías por toda Zaragoza, contribuyendo a la expansión y mejora del núcleo urbano.
La empresa fue capaz de superar el declive industrial de la postguerra e incorporar actividades con futuro para sustituir a las que ya no podían mantenerse. Así, en la década de los sesenta, Valero Echegoyen, cuya ejecutoria ha merecido la medalla Basilio Paraíso, otorgada por la Cámara de Comercio de Zaragoza, entró en el segmento de la calefacción y el agua caliente sanitaria y, posteriormente, en el de la climatización frío/calor y el saneamiento.
En 1970, la firma inicia su expansión fuera de Zaragoza, estableciendo nuevos focos de negocio en Cataluña, País Vasco, Navarra y La Rioja.
La ocasión de la Expo
Juan Echegoyen señala que 'la celebración de la Expo en 2008, cuando la empresa cumplirá 175 años, puede representar una oportunidad de crecimiento. Llevamos muchos años trabajando con el agua y podemos aportar una experiencia muy valiosa'. La firma quiere aprovechar este acontecimiento 'para afianzar el liderazgo regional en climatización, calefacción y fontanería e impulsar la expansión fuera de Zaragoza'.Con una plantilla de un centenar de trabajadores, la empresa quiere aprovechar su experiencia para sentar las bases que le permitan encarar un futuro donde se vislumbra su segundo centenario.