_
_
_
_
CincoSentidos

Roble español para whisky escocés

El fabricante de whisky de malta Macallan, una de las destilerías de más prestigio de Escocia, debe a España buena parte de su éxito. Antes de que termine el año lanzará al mercado la colección de whisky más cara del mundo, denominada Fine & Rare 1926-1975, con un valor de más 20 millones de euros. Un empresario surcoreano pagó por la botella de 1926, subastada recientemente, 50.000 euros. Son cifras astronómicas que explican el interés que despierta un producto elaborado mediante un cuidadoso proceso en el que la madera de los bosques vascos, gallegos y asturianos desempeña un papel determinante. Macallan encarga todos los años a George Espie, uno de los mayores expertos mundiales de madera, que se de una vuelta por estos bosques para elegir la mejor madera de roble necesaria para conservarlo.

El 80% de los aromas del malta Macallan los otorga la barrica, así que se debe esmerar, según aseguran los responsables de la firma escocesa. Los robles españoles son valorados por su localización y por desarrollarse con una climatología idónea. Y no sólo eso. En el proceso de elaboración del exclusivo espirituoso tiene que ver otro producto español, el jerez oloroso.

Las barricas fabricadas con los robles cantábricos son enviadas a bodegas jerezanas como Osborne o González Byass para albergar primeramente el vino andaluz que impregna de aromas los depósitos de madera de entre 230 y 250 litros. Posteriormente, son enviadas a Escocia para ser llenadas de whisky de malta y termine así de rebañar la madera durante un periodo que oscila entre los 12 y los 30 años.

Archivado En

_
_