Nagel pide amparo para su obra al Constitucional
Andrés Nagel quiere proteger su trabajo. El artista guipuzcoano, cuyas obras, principalmente, son esculturas, ha solicitado el amparo del Tribunal Constitucional en un litigio que le enfrenta con Porcelanas Bidasoa desde hace varios años al considerar que ha plagiado sus diseños y que se incluyeron en una colección de vajillas que la firma de Irún (Guipúzcoa) puso en el mercado nacional e internacional a través de su extensa red comercial.
Nagel, que ayer en rueda de prensa en su estudio de San Sebastián anunció la presentación del recurso, se mostraba muy enfadado. 'Me encuentro indefenso y absolutamente indignado', sentenció. Justificó su queja en que el proceso judicial, iniciado en un juzgado de Irún, se esta alargando en exceso y 'con unas consecuencias alarmantes'. El asunto se enturbió todavía más cuando la Audiencia de Guipúzcoa decidió a principios de este año suspender las medidas cautelares dictadas por el Juzgado de Irún a la espera de una resolución contra la empresa 'por plagios masivos'.
La causa se remonta a 2001. Porcelanas Bidasoa encargo al escultor el diseño de tres vajillas y le sumó así a la notable lista de artistas que como Salvador Dalí, Javier Mariscal y Oscar Tusquets habían colaborado con la firma.
Nagel dio el paso de acudir a los juzgados cuando comprobó que se habían realizado modificaciones en los diseños de las tres vajillas 'sin mi consentimiento', según aseguró a este periódico. Los cambios, al parecer, se efectuaron en el momento que se produjo un cambio en la gestión de Porcelanas Bidasoa.
El escultor quiso dejar bien claras sus intenciones. 'Mi litigio no tiene nada que ver con el dinero. Lo que está en juego es mi dignidad profesional', aseguró.
En su conflicto, Nagel se lamenta de que la Audiencia de Guipúzcoa, en pleno proceso judicial, devuelva a la empresa todo el material documental incautado 'porque son fundamentales'. El escultor cuenta en este litigio con el apoyo de la Fundación Arte y Derecho que pretende proteger los derechos de los autores. Porcelanas Bidasoa contestó ayer que 'no tiene nada que decir'.
Un artista celoso de su obra
Andrés Nagel (San Sebastián, 1947) es un artista celoso de su obra. En mayo del año pasado ordenó al Museo Guggenheim de Bilbao retirar una escultura en la exposición Homenaje a Chillida. Nagel justificó entonces sus decisión en que la obra estaba en un pasillo 'arrinconada entre dos ordenadores de información y contra una ventana'. Consideró que no era un lugar para una exhibición 'digna'. Para argumentar su postura se apoyó en la Ley de Propiedad de Intelectual. La pieza, de plomo y óleo sobre fibra de vidrio, se exponía en el atrio del Guggenheim junto a dos obras de artistas cercanos a Eduardo Chillida. Es precisamente el genial escultor guipuzcoano una persona clave en su trayectoria. En 1972 trabajo por primera vez el grabado en el Grupo 15 de Madrid. Desde entonces ha expuesto ininterrumpidamente en galerías, museos y ferias del mundo entero. Nagel vive y trabaja en San Sebastián.