_
_
_
_
_
In memóriam
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

José Luis Álvarez Naveiro, el compromiso con el trabajo

Operaciones mercantiles calificadas como hostiles han proliferado en tiempos cercanos y han asumido el protagonismo mediático; opas, contraopas, adquisiciones amistosas que no acaban como tales a la hora de repartir puestos en el consejo, intervencionismo gubernamental y la siempre criticada, hágalo bien o mal, actuación de la CNMV son temas reiterados por los medios.

Sin embargo, hay otros acontecimientos, también hostiles, que pasan desapercibidos pese a su importancia. Dios, en el que nuestro personaje creía firmemente, ha ejercido su opción y ha llamado a José Luis Álvarez Naveiro para trabajar en lo que denominan el Cielo.

José Luis Méndez, que era su jefe en Caixa Galicia, pierde así a un gran profesional, a un hombre de su plena confianza y, además, a un amigo.

Quien esto escribe, menos prudente que el responsable de la Caixa, está dispuesto para reclamar por la siempre indeseable práctica, tal vez de competencia desleal, que ha supuesto el tener que prescindir de un directivo ejemplar. Menos mal que los buenos oficios de Paco Vázquez, desde la Santa Sede, y del propio Naveiro ante su nuevo superior sabrían solventar tan problemático caso.

Qué difícil resulta valorar el trabajo de tantos profesionales que en la sombra son piezas básicas en el funcionamiento de sus empresas. Estudioso en profundidad de los temas que se le encomendaban, gallegueaba minimizando la importancia de las cuestiones que planteaba. Bastaba una breve conversación para poder apreciar sus conocimientos y la relevancia del trabajo que llevaba entre manos.

Su discreción, su lealtad y su rigor podían pasar a un segundo plano dada su arrolladora cordialidad, simpatía y amabilidad. Pero no nos equivoquemos, detrás de José Luis había un hombre plenamente comprometido con su trabajo. Era tan buen negociador que era capaz de dejar contento al perjudicado.

De su habilidad para acceder a cualquier despacho, público o privado, y de su trato cercano, aunque siempre respetuoso y prudente, con la prensa tenemos constancia cuando venía a Madrid. Cuando jugase en campo gallego seguro que era un rival tan efectivo como el Depor en sus buenos tiempos. Sus disputas con el profesor Docal sobre los conocimientos futbolísticos de Arsenio e Irureta se repetían en Riazor.

Asistiendo a su entierro y funeral, yo, que me preciaba de ser su amigo y que creía ser un privilegiado por ello, sufrí la decepción al poder constatar los innumerables amigos con que contaba. Lo realmente difícil, viendo la gente que le acompañó en aquellos momentos, era el no ser amigo de José Luis.

Te sentías orgulloso de tu familia, pero estoy seguro que mucho mayor es el orgullo que Adela y tus hijos han sentido por poder vivir con un gran hombre como tú lo has sido. Solamente te podrán hacer un reproche: tu dedicación al trabajo. Más exactamente, tu confianza absoluta, por no decir ciega, en tu jefe, aunque amigo, el Méndez.

A buen seguro que ya eres el hombre de confianza de tu nuevo jefe, habrás empezado a negociar la constitución de una caja de ahorros que presidirá tu amigo Claudio San Martín y desde allí estarás haciendo fotografías de todos tus amigos que quedamos abajo.

Por último, un ruego. La próxima partida de mus que juegues hazlo con Ángel Montero y con Gonzalo Jiménez Arnaiz. Dales un abrazo.

JOSæpermil; MIRACLE Economista

Un directivo ejemplar

Director general adjunto de Caixa Galicia desde 2001, José Luis Álvarez Naveiro falleció el 7 de noviembre en La Coruña, donde nació hace 65 años. Naveiro estaba casado y era padre de cuatro hijos. Licenciado en Derecho, se había incorporado a Caixa Galicia en 1982 procedente de la Caja de Ahorros de Ourense, tras haber desempeñado diversos puestos de responsabilidad en empresas como Univor España, Fricosa y el grupo Ponte Naya Navieros.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_