El partido de los 'perros azules'
Las palabras de moda en EE UU son 'bipartidismo', 'conciliación' y 'centrismo'. Una de las conclusiones sacadas de estas elecciones ganadas por los demócratas es el hartazgo por la política polarizante. Hasta ahora, George Bush y su partido han cosechado victorias electorales, en muchos casos estrechas, gracias a cuestiones profundamente ideológicas que han dividido a los ciudadanos. Y esto ha cansado al país, sobre todo cuando Irak es un fracaso.
Bush ha optado por la conciliación a regañadientes, ya que, por ejemplo, quiere que se apruebe su ley de espionaje antes de que llegue el nuevo Congreso. Pero no le queda más remedio que tender la mano.
Y los demócratas, de momento, la aceptan. Es lo más práctico. El centrismo de corte conservador es buena receta en EE UU para curar las heridas de estos años y para preparar las elecciones de 2008. Además, la conciliación les puede evitar debates ideológicos internos sobre que abran sus fisuras en este momento crucial.
A diferencia del republicano Contrato con América, de 1994, el programa demócrata es un compendio de propósitos vagos que cuando se materialicen mostrará las fracturas del partido.
Y son muchas. Para ganar estas elecciones los demócratas han echado mano de candidatos centristas o conservadores. Jim Webb, senador por Virginia cuya victoria les ha dado la mayoría en el Senado, tuvo un cargo en la Administración Reagan y es socialmente conservador. Su hijo tuvo su primer arma a los ocho años y Hillary Clinton no le es simpática. Pero no le gusta la guerra en Irak y por eso cambió de partido el año pasado. Como él, otros legisladores recién elegidos evitarán que gane peso el ala más liberal del partido, en la que militan Ted Kennedy, Nancy Pelosi o Howard Dean.
La corriente más beneficiada por las elecciones es la de los blue dogs. Los perros azules son los conservadores, los que dejan a los 'nuevos demócratas', pragmáticos centristas como Bill y Hillary Clinton, a su izquierda. Son socialmente conservadores (antiabortistas y a favor de las armas personales) y claves para cerrar acuerdos con los republicanos (algunos se han pasado a este partido). En economía no tienen una postura unificada. Son fiscalmente responsables, pero no todos apoyan las subidas de impuestos. En general, su misión es evitar tentaciones izquierdistas porque saben que EE UU es conservador.