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Pacto

Rusia acuerda con EE UU su entrada en la OMC

EE UU y Rusia cerraron el viernes un principio de acuerdo bilateral que elimina uno de los últimos y más persistentes obstáculos para que este país entre a formar parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Washington era la última potencia que no había llegado a este pacto, necesario para que comience la última fase de negociaciones en un foro multilateral en Ginebra y que puede durar meses.

Washington lleva desde 1994 negociando con Moscú este paso previo e indispensable para la entrada de Rusia en la OMC y que ya ha sido cerrado por el resto de los grandes socios comerciales de este país. Los desacuerdos han complicado las relaciones entre ambos países, máxime cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, se había fijado la entrada en el club comercial como uno de los objetivos prioritarios de su presidencia. Las tensiones crecieron porque se esperaba un acuerdo en la cumbre del G8 de julio en San Petesburgo que no llegó. También se pasó un plazo posterior fijado en el 31 de octubre. Ahora se espera que la firma, entre Putin y Bush, se plasme el 18 ó 19 de noviembre.

Los últimos problemas para el acercamiento han sido las disputas sobre las exportaciones de productos cárnicos de EE UU, especialmente ternera y pollo, ya que Rusia había querido para sí la potestad de determinar y aplicar los controles de seguridad, algo a lo que la Casa Blanca se oponía. En el principio de acuerdo llegado el viernes no se detalla quién ha cedido y en qué en esta materia. Desde la embajada de Comercio de EE UU, dirigida por Susan Schwab, sólo se señala que el acuerdo actual para estos productos ganaderos, que data de 2003 se mantendrá hasta 2009.

El otro problema clave es la protección y la aplicación de las leyes de propiedad intelectual. 'Rusia ha acordado poner en marcha acciones específicas para aplicar leyes en fechas concretas y luchar contra la piratería en discos ópticos e Internet', explica Schwab.

Moscú se ha comprometido a poner en marcha acciones específicas para aplicar las leyes de propiedad intelectual y luchar contra la piratería

Rusia, un mercado de 3.000 millones de dólares para los industriales americanos, se compromete también a recortar los aranceles a la importación de bienes industriales en una media del 8%. Algunos, importantes para EE UU, tendrán una tarifa menor. Por lo que se refiere a los servicios, Moscú retiene una cierta discreccionalidad para imponer límites pero en principio, se permitirá la entrada con el 100% de capital en bancos, firmas de inversión y aseguradoras.

Tras la firma del acuerdo, que se hará en Hanoi (cumbre Asia-Pacífico), el debate comercial pasa al Congreso donde se tiene que acabar con una medida que data de la Guerra Fría y que impide la normalización de las relaciones con Rusia. En el pasado, el Congreso ha criticado los problemas rusos con la piratería y las disensiones con Irán.

El lobby que presiona a Washington

Grandes empresarios americanos pidieron hace un mes a Bush el cierre de este acuerdo. Creen que mientras no se firme, las empresas estarán en desventaja frente a las europeas. La Business Roundtable, la mayor patronal, aplaudió el viernes el pacto que 'establece una base para el futuro del crecimiento de EE UU'.Aunque queda una segunda ronda de reuniones multilaterales en Ginebra y que Georgia acepte a Rusia en la OMC (tras retirarle su apoyo hace un mes), la entrada de este país en la organización ayudará a que las empresas occidentales lleguen con menos complicaciones y más seguridad jurídica a este inmenso mercado. El comercio ruso llegó a 369.000 millones de dólares en 2005, con un superávit de 118.000 millones (el 15% de su PIB).

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