Terapias biológicas contra la artritis
Los fármacos obtenidos de técnicas de biología molecular son más eficaces pero mucho más caros
Cada año se diagnostican 6.500 nuevos casos de artritis reumatoide en España. Esta enfermedad crónica, que afecta a 200.000 personas, no sólo produce hinchazón en las articulaciones, dolor, deformidad y dificultad de movimiento, también plantea numerosos inconvenientes funcionales -aseo personal, escritura, alimentación, trabajo- a quienes la padecen. Un 20% tiene dificultades para trabajar y otro 20% quedan inválidas, y en edades avanzadas puede, incluso, dañar otras partes del organismo, como los ojos, el corazón y los pulmones.
Hoy se sabe que la enfermedad no es benigna, sino severa y progresiva, y al ser de origen autoinmune (es decir, los anticuerpos atacan de manera errónea y sin causa aparente a partes sanas del organismo) todas las personas, independientemente de su edad o sexo, pueden padecerla, incluso los niños, y así uno de cada mil menores sufren la patología. 'No es una enfermedad de personas en edad avanzada sino de mediana edad. Pacientes de entre 25 y 40 años, sobre todos mujeres', recuerda el doctor Manuel Romero, reumatólogo del Hospital de Jaén. A pesar de su gravedad y su inhabilitación, la realidad es que el diagnóstico en España sigue siendo tardío, entre seis y dieciocho meses, lo que agrava el daño articular y dispara el gasto sanitario posterior.
Con todo, en los últimos cinco años se ha producido una auténtica revolución en el tratamiento de la enfermedad. No sólo se han introducido nuevos fármacos, sino que su uso ha tenido una repercusión muy favorable sobre los enfermos que aún no los han utilizado. Son las llamadas terapias biológicas, que hoy utilizan el 15% de los enfermos.
Los fármacos antirreumáticos de acción lenta, conocidos como FAME, han sido hasta la fecha los medicamentos clásicos con los que los especialistas abordaban la enfermedad. Sus principios activos más utilizados son el metotrexato y la leflunomida. Pero en los últimos tiempos la terapia biológica ha ido ganando posiciones.
'Las terapias biológicas constituyen un grupo de fármacos desarrollados por técnicas de biología molecular que se obtienen a través de cultivos biológicos: son anticuerpos y proteínas recombinantes. El problema es su coste. Mientras el metotrexato cuesta entre 300 y 500 euros al año y la leflunomida, 1.200-1.800 al año, las terapias biológicas elevan su coste hasta los 10.000 euros anuales', explica Juan de Dios, reumatólogo de Vall d'Hebrón.
Según el consenso de la Sociedad Española de Reumatología, después del fracaso de uno o dos medicamentos tradicionales, cuyos resultados pueden observarse pasados dos meses, se debería abordar la enfermedad con una terapia biológica, ya que más del 50% de los enfermos no tienen una respuesta óptima al tratamiento clásico. Con todo, el tratamiento más eficaz es la asociación de un FAME y un medicamento biológico, pues con la doble terapia se consigue una tasa de respuesta de alrededor del 70%. Y lo que es muy importante, se consigue detener o endentecer el proceso destructivo en las articulaciones. 'El problema es que aún hay un 30% de pacientes que no responden satisfactoriamente a ningún fármaco', explica Cañete.
El futuro está marcado por las investigaciones genéticas, nueva vía de esperanza para estos pacientes. Los científicos estudian los genes ligados a la predisposición a padecer la enfermedad, los ligados a su agresividad y los que hacen que unos pacientes responsan a los tratamientos, y otros no. 'Pero aún queda un largo trecho para que estas terapias estén en el mercado', recuerda la doctora Rosario García de Vicuña, del Hospital de la Princesa.
Coraje y superación
La Sociedad Española de Reumatología, en colaboración con la Fundación Abbott, ha puesto en marcha una campaña para concienciar a la sociedad sobre el problema. Diez mujeres han relatado en un libro -El valor de una vida- su experiencia.