Bruselas exige una investigación sobre las causas del apagón de Eon
La CE hizo ayer uso de sus escasos poderes en el sector energético para pedir una investigación 'lo antes posible' sobre el apagón originado el sábado en una red de Eon. Bruselas quiere aprovechar el incidente para impulsar la reforma legislativa del sector. El caso pone en cuestión la integración vertical de las empresas en Alemania, que tiene cuatro gestores de la red de alta tensión, ninguno independiente.
El apagón del sábado ha puesto de manifiesto las carencias del proceso de liberalización y privatización del sector energético europeo. Ayer, 48 horas después del incidente que dejó a oscuras durante más de una hora a millones de ciudadanos de la Europa Occidental, los organismos comunitarios aún no acertaban a concretar las causas ni los responsables del apagón. Con todo, el presidente de Eon, Wulf Bernotat, reconoció ayer en Madrid que 'el problema se inició en nuestra red', si bien, se defendió afirmando que es necesaria una investigación y no descartó otros responsables. Pese a que el incidente no tiene precedentes, el presidente de Eon se mostró dispuesto a pagar indemnizaciones a los usuarios afectados por los cortes de suministro.
Por su parte, el comisario de Energía, Andris Piebalgs, se dirigió a los operadores de la red (entre ellos, Red Eléctrica) para que 'establezcan rápidamente las causas del apagón y las medidas que pueden tomarse para que esto no ocurra de nuevo'. Y pedía una reunión 'lo antes posible' de los reguladores nacionales para que 'elaboren un informe con las lecciones que se pueden extraer del acontecimiento'. La primera lección, sin embargo, parecía ayer evidente: 'La UE necesita un mercado interior basado en los niveles más altos de seguridad de suministro', señaló el departamento de Piebalgs. La liberalización del sector energético, sin embargo, no ha previsto ninguna autoridad europea que vigile y garantice la calidad del suministro. Los reguladores nacionales siguen siendo los únicos responsables de sus mercados.
Entre las causas últimas del apagón en cadena desencadenado en Alemania está la falta de independencia del operador de la red, que está integrado verticalmente en los grandes grupos energéticos. En el caso de Eon, que cuenta con la red de transporte de la franja central del país, su grupo integra al equivalente en España a REE y una eléctrica, como Endesa, (en gas, realiza las funciones de Gas Natural y Enagás).
Pero la situación es más grave aún si se tiene en cuenta que en Alemania existen cuatro operadores: uno por cada compañía. Esta situación, denunciada por Bruselas es una bomba de relojería para el sistema, pues las empresas pueden gestionar en su provecho. De hecho, el otro gran apagón que se ha producido en Europa, el de Italia, se achacó también a la integración del operador en Enel. Tras aquel incidente, el Gobierno italiano lo separó.
Según un experto, de haber contado Alemania con un gestor único e independiente, la negligencia que acarreó el corte de suministro no se habría permitido. El sábado, Eon tenía en la Baja Sajonia una línea fuera de servicio por mantenimiento y, sin un estudio previo de flujos, se decidió descargar otra que sobrevuela el río Ems para que pasara un crucero noruego. El desequilibrio produjo un disparo en cascada y una separación del sistema en dos grandes islas (la zona oriental y la occidental de Europa) desde el Báltico.
A partir de ahí, se busca el equilibrio entre la generación y la demanda: en Europa occidental la demanda se cubría con la generación de la oriental y se produce un desequilibrio por falta de producción, lo contrario que en la zona del este. Para evitar el colapso y buscar el reequilibrio se producen desconexiones automáticas.
En el sistema español se cayeron 2.700 MW eólicos, la mayor desconexión habida hasta ahora, 'lo que demuestra la inestabilidad de la energía eólica', según fuentes de REE.