La reforma fiscal llega a la meta
El Congreso de los Diputados dio ayer luz verde a la reforma fiscal tras revisar las modificaciones introducidas en el Senado. El nuevo diseño del impuesto sobre la renta y del de sociedades ha llegado a su última estación y sólo queda ya su publicación en papel oficial para que entre en vigor en enero de 2007. Desde que se anunciaron las líneas maestras de la reforma quedó claro que se trataba de continuismo, de consolidar el modelo que sobre la fiscalidad personal habían diseñado los gobiernos de la derecha y que había resultado de excelentes recursos para la hacienda pública. Un IRPF con pocos tramos y que respetaba, con cambios, los grandes programas de deducción generalizada que tenía el impuesto: vivienda, fondos de pensiones, etc. Los contribuyentes se ahorrarán 4.000 millones en 2007 y seguirá intacta la suficiencia financiera del Estado
No obstante, había revisión muy apreciable en el tratamiento de algunas rentas, especialmente las ganancias patrimoniales, así como en el ahorro, con un tipo único para cualquiera que fuera la procedencia. Pero esta tasa única, que se aplicará también a los dividendos, supone una elevación del gravamen desde el 15% al 18%. Será aplicable desde el primer día, independientemente de la antigüedad del bien liquidado, y desaparece la aplicación del tipo marginal personal para las ganancias patrimoniales con generación inferior a un año.
Además, se revisa el trato fiscal del ahorro-previsión en busca de una mayor equidad entendida por el Gobierno. Se aplican nuevos criterios de movilidad gratuita entre productos y gestoras, pero con un recorte importante de las prerrogativas de los particulares, que no dispondrán de uno de los principales atractivos que tenía la norma original y que consistía en dejar exento de tributación el 40% de la plusvalía generada. Podrá, eso sí, rescatarse la acumulación patrimonial del fondo de una sola vez, tras atender la presión de la industria financiera. Pero la rebaja del impuesto queda sólo a disposición de quien rescate de forma periódica.
Qué comportamiento tenga durante el ejercicio fiscal de 2007 la capitalización de los fondos de pensiones será el mejor termómetro para medir la eficacia, tanto para los contribuyentes como para la Hacienda, de esta medida, que encontró pocos adeptos desde su primera formulación. No obstante, la norma conserva la deducción en la base imposible del IRPF de una cantidad de hasta 10.000 euros al año (antes 8.000), y hasta 12.500 para mayores de 52 años durante el periodo de capitalización del fondo pensiones.
La reforma abarca también a Sociedades, que tras varios retoques conserva por un periodo largo las deducciones, y aplica descensos progresivos y estructurales en los tipos para aliviar la carga de las empresas en un contexto de creciente exigencia internacional para mantener la competitividad. Mientras que para las empresas se aprecia una sensible mejora de su relación económica con Hacienda, para los particulares dependerá de su nivel de renta, y de la procedencia de la misma. Hay una rebaja generalizada del IRPF, con marginales más generosos y un mínimo exento muy elevado, pero discutible desde el punto de vista de las exigencias macroeconómicas, y acompañado de un endurecimiento apreciable en el ahorro-previsión.