España importa el negocio de Halloween
Hoy se celebra la noche de los difuntos con propuestas de ocio y festejos en hoteles, restaurantes y parques temáticos
El miedo, los fantasmas, las brujas, la muerte y los monstruos místicos tienen hoy su propia fiesta, la de Halloween, y desde hace más de 2.000 años. La celebración de la noche de los difuntos es toda una tradición en los países anglosajones, sobre todo en Estados Unidos. Pero España ha adoptado la costumbre de festejarla en los últimos años, y para estas fechas -sobre todo, para esta noche- surgen todo tipo de propuestas. Desde fondos de pantalla hasta postales, pasando por descargas de imágenes y música para teléfonos móviles. Las posibilidades de ocio para la fecha tétrica parecen no tener fin.
Por primera vez, el Hotel Intercontinental de Madrid ofrece pasar hoy 'la noche más terrorífica del año'. Y para ello, hasta decoró su restaurante El Jardín con motivos relacionados con el miedo. Además, para la cena seleccionó a algunos de los personajes reales o de ficción más tenebrosos de la historia del cine de terror para darle nombre a diferentes partes del menú, de 60 euros. Así, por ejemplo, el aperitivo de pastel de foie gras con manzana asada, miel y sirope de balsámico se denomina por esta noche Dr. Jekyll y Mr. Hyde; los primeros platos se llaman Jack el Destripador y La novia de Frankenstein, y a este último se une un segundo El fantasma de la âpera, un plato de magret de pato a la plancha.
El restaurante Goya del Ritz también se disfraza de 'magia y terror', y anima a sus clientes a disfrutar de una cena de disfraces entre 'calabazas, sombreros de bruja y telas de araña'. El jefe de repostería, Benjamín Viruel, preparará un postre inédito, elaborado especialmente: Tatín de Halloween al agua de rosas y azahar, acompañado de café y mignardises. Y a las mujeres que asistan, el Ritz les dará un obsequio de M A C, la marca de maquillaje profesional.
Para los niños, el Parque Warner tiene una promoción que se extiende hasta el 5 de noviembre y que incluye actividades especiales tales como desfiles con zombies vestidos de vaqueros, talleres que enseñan a fabricar un disfraz con bolsas de basura y concursos de caretas con forma de la tradicional calabaza, entre otras cosas. Además, con la excusa de celebrar Halloween, el recinto premia con una entrada gratis a todos los niños menores de 11 años que acudan disfrazados para la ocasión.
El hotel Hidalgo, recientemente inaugurado en la localidad de Esquivias, Toledo, al estar situado a unos 20 minutos del Parque Warner, trabaja en esta fecha de manera asociada al parque, ofreciendo ofertas de 'superpuente' y de fin de semana, en los que los niños con menos de 7 años no pagan por el alojamiento. Hoy a la noche ofrecerá una cena especial de Halloween que incluirá calabazas de chocolate para los más pequeños.
'Esto es algo entre tú y el peor de tus miedos. Alguien que te vigila entre las sombras. Alguien que lo sabe todo sobre ti y que está dispuesto a hacerte conocer el verdadero terror. ¿Podrás resistirlo?'. Con esa frase temerosa, Port Aventura promociona un paquete compuesto por una entrada al parque de atracciones más una noche de hotel a un precio especial, desde 70 euros. Así, hasta el 12 de noviembre, criaturas endiabladas, fantasmas y sangrientos maníacos están listos para recibir a los niños menos miedosos.
Hay otros datos que ayudan a explicar este nuevo fenómeno relacionado con la muerte. Noelle Acheson, directora general de la empresa Fiesta Fácil, especializada en productos para animar celebraciones, explica que 'hace seis años, nuestros clientes eran sobre todo los extranjeros residentes en Madrid, Barcelona y la Costa', sitios donde Fiesta Fácil tiene locales comerciales. 'Hoy Halloween lo celebra casi todo el mundo: españoles y extranjeros, niños y mayores', agrega. Las ventas de disfraces para Halloween crecieron un 200% entre 2004 y 2005, y la empresa prevé un crecimiento similar para este año. Un 72% de los clientes encuestados por Fiesta Fácil afirmó que celebrarán Halloween.
Una fiesta de origen celta que se mantiene en Galicia
Los ancianos de las aldeas gallegas, especialmente de las situadas más al norte, todavía recuerdan que cuando eran niños vaciaban decenas de calabazas, las iluminaban con velas y las colocaban en los cruces de caminos en la víspera de la fiesta de Todos los Santos. La costumbre, un antiguo rito celta denominado Sammain (en Galicia se llama Samaín), fue llevada por los irlandeses a Estados Unidos y rebautizada en aquel país con el nombre de Halloween. Como ha ocurrido con muchas otras tradiciones milenarias, durante los últimos años Galicia se ha esmerado en recuperar su Samaín. Así, los niños en los colegios celebran concursos de calabazas y recorren las casas con máscaras pidiendo 'una limosna polos difuntos', el equivalente al trick or treat de Halloween, que consiste en algunas monedas, dulces y castañas.