La jubilación de Bolea abrirá paso a la renovación del Consejo de Seguridad Nuclear
La salida de María Teresa Estevan Bolea de la presidencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) al cumplir la edad de 70 años abre paso al proceso para la renovación de este organismo de control, en el que dos de sus consejeros también tienen vencido su mandato desde el pasado mes de marzo.
El pacto no escrito entre los dos principales partidos dicta que ambos se reparten los consejeros del citado organismo, así como la presidencia y la vicepresidencia del mismo. El Partido Popular tenía hasta ahora a María Teresa Estevan Bolea, que ocupaba el cargo de presidenta y que hoy cesa en el mismo por cumplir la edad reglamentaria de 70 años, y a Paloma Sendín, que finalizó su mandato en el CSN el pasado mes de marzo.
El PSOE designó hace doce años como consejero a José Ángel Azuara, con el mandato vencido también el pasado marzo y tiene, asimismo, en este organismo a Carmen Martínez Ten, con puesto asegurado hasta julio del año que viene. Convergència i Unió logró sentar en el Consejo a Julio Barceló, con el sillón también garantizado hasta el verano de 2007.
Fuentes gubernamentales señalan que la intención del ex ministro de Industria José Montilla era aprovechar la jubilación de Esteban Bolea para renovar a fondo el Consejo, proyecto que ha quedado sometido de nuevo a análisis tras la llegada de Joan Clos al Ministerio. Azuara estará desde hoy como presidente en funciones, situación que no puede prolongarse más allá de un año.
Las mismas fuentes manejan dos posibles opciones. Una es la consolidación en el cargo de Azuara, la menos probable. Otra es la salida de este último del Consejo y el nombramiento como presidenta de Carmen Martínez Ten, esposa del asesor de La Moncloa Ludolfo Paramio. Según las mismas fuentes es la opción que cuenta con mayores posibilidades.
Pacto con el PP
En todo caso, en el Gobierno hay disposición a pactar estos cambios con el PP, aunque aún no se ha producido conversación alguna de alto nivel. La ley por la que se creó el Consejo de Seguridad Nuclear entró en vigor en 1980 y establece que tanto el presidente como los consejeros son nombrados por el Gobierno a propuesta del Ministerio de Industria, previa comunicación al Congreso de los Diputados.
La Cámara Baja, a través de la comisión de Industria y por mayoría de tres quintos de sus miembros, puede expresar su aceptación o bien un veto razonado en el plazo de un mes a contar desde la recepción de la correspondiente comunicación. Transcurrido dicho plazo sin manifestación expresa del Congreso, se entenderán aceptados los nombramientos. El periodo de permanencia en el cargo de los consejeros es de seis años, pudiendo ser designados, mediante el mismo procedimiento, para periodos sucesivos.
Este último ha sido el caso de la presidenta que hoy cesa y también de José Ángel Azuara.
La energía nuclear, el gran debate pendiente
La renovación del Consejo de Seguridad Nuclear que irá aparejada a la jubilación de María Teresa Esteban Bolea coincidirá en el tiempo con el debate soterrado que ha empezado a abrirse dentro del Gobierno, del PSOE y también del Partido Popular sobre el futuro de la energía nuclear.Si bien es difícil que antes de las elecciones municipales y autonómicas previstas para el mes de mayo haya apuestas claras y contundentes del Gobierno relacionadas con esta fuente de energía, hay sectores en estos tres ámbitos partidarios de acelerar este debate porque lo consideran necesario para planificar el futuro económico del país. El PP ha ofrecido al Gobierno abrir este debate, al igual que IU, pero en sentido claramente opuesto.