El Prado expone 40 bodegones de la colección Naseiro
De manos privadas al ojo del público: principio y final del recorrido trazado por el Museo del Prado desde que adquirió en el mes de julio la colección Naseiro de naturalezas muertas, el más importante conjunto especializado del mundo que se encontraba hasta ahora en manos privadas. La pinacoteca madrileña muestra por primera vez 40 naturalezas muertas pertenecientes a la colección Rosendo Naseiro en la exposición Lo fingido verdadero, que recorre la historia del bodegón español.
Las obras siguen un agrupamiento que combina el criterio tipológico con el cronológico. Entre las más significativas, destacan las de Van der Hamen, Juan de Espinosa, Labrador, Camprobín, Arellano y Tomás Hiepes, que se exhiben de manera singularizada.
El recorrido de la exposición se inicia con una selección de cuadros de pequeño formato que reproducen frutas o flores copiadas probablemente del natural, con representaciones de racimos de uvas, una de las tipologías más antiguas del bodegón español. Más adelante, se exhibe una amplia sección de bodegones de mesa y el recorrido culmina con la pintura de flores. Como complemento, el público podrá completar la visión del género visitando la sala colindante a la exposición dedicada al bodegón del siglo XVII.
Los 40 bodegones que componen la muestra están realizados por 19 autores españoles, y muestran aspectos importantes del devenir del género desde principios del siglo XVII hasta mediados del XIX. Conforman un conjunto irrepetible que permite asistir a buena parte de la historia de la naturaleza muerta en el país.
La colección incluye algunas obras maestras del género, como el Bodegón con alcachofas y ciruelas, firmado en 1627 por Juan Van der Hamen.
El título de la muestra, patrocinada por BBVA, está tomado de una comedia de Lope de Vega en la que, al igual que ocurre con la naturaleza muerta, se reflexiona sobre la realidad y su representación y sobre cómo ésta puede llegar a convertirse en una segunda realidad. Con esta incorporación como dación en pago de impuestos de BBVA, el Prado se convierte en la referencia en esta materia, con la presencia de la práctica totalidad de los maestros del género, desde los precursores como Sánchez Cotán hasta Goya.