Alonso logra el segundo mundial y pone fin a la era Schumacher
La épica remontada del alemán no fue suficiente para arrebatarle el título al asturiano
Acaba una era y empieza otra. Fernando Alonso se proclamó ayer en el circuito brasileño de Interlagos campeón del mundo por segunda vez. En el mismo circuito en el que el año pasado se convirtió en el campeón del mundo más joven de la Fórmula 1, Alonso hizo lo que debía para hacer valer los 10 puntos de ventaja con los que partía sobre Michael Schumacher. El alemán, al que sólo le valía quedar primero y que el asturiano no puntuara, comenzó la carrera en la décima posición. En las primeras vueltas remontó hasta colocarse sexto e inició un asedio sobre Fisichella que ejercía de tapón para su compañero Alonso. La velocidad el Ferrari era endiablada y la conducción de 'Schumi' era tan agresiva que más que de un veterano de 37 años parecía un chaval con ansia de triunfos. Pero el ímpetu le llevó a cometer un error. Una pasada de frenada provocó un reventón de una de sus ruedas. Schumacher siguió en carrera y protagonizó una épica remontada que le llevó hasta la cuarta posición. Pero la fiabilidad del Renault de Alonso fue suficiente para mantener la segunda plaza y llevarse así el año que viene el número 1 a McLaren.
El 'Káiser' dijo adiós por todo lo alto a la Fórmula 1, deporte que ha dominado con mano de hierro en la última década. El hombre de todos los récords se deja la alta competición con siete títulos, 92 victorias en grandes premios y 68 poles. Su hegemonía se traslada ahora a Alonso, que en su aún corta carrera en la máxima categoría del motor ya cuenta con dos títulos mundiales, 15 victorias y 15 poles. En sus manos y en las de los mecánicos de McLaren, el equipo para el que correrá el año que viene, está intentar alcanzar las cifras que deja el alemán para la historia.
El año que viene la Fórmula 1 será distinta sin Schumacher. Pero su ausencia no será la única. También desaparecerá totalmente la publicidad de tabaco: Marlboro en Ferrari, Mild Seven en Renault y Lucky Strike en Honda, lo que dará entrada a nuevos patrocinadores, como el ya anunciado de ING Direct en la escudería francesa o el pase de Vodafone de Ferrari a McLaren. Telefónica aún no tiene decidido cómo articulará su presencia en la Fórmula 1, tanto en su patrocinio con Renault como en el apoyo que presta a Sauber BMW a través de O2, acuerdo que se da por finalizado para 2007.
Otra ausencia notable será la de Michelin, el fabricante de neumáticos que se ha peleado duramente con los japoneses de Bridgestone en los últimos. La decisión de la FIA de contar con un único proveedor ha llevado a los franceses a renunciar, ya que sin el estímulo de la competencia no le encuentran sentido. Otro histórico fabricante de motores, Cosworth, también abandona el circo. Sus propulsores dominaron la competición en los sesenta pero tras la venta por parte de Ford, Cosworth no ha conseguido buenos resultados, como demuestra la más que discreta temporada de Williams, escudería que el año que viene ha optado por Toyota. Y finalmente Ross Brawn, el director técnico de Ferrari, también dice adiós. æpermil;l y Schumacher fueron los artífices del cambio que devolvió a Ferrari al puesto que merecía.