Las trabas en Alemania
Por razones diferentes a las de Francia, a Alemania, desde hace tiempo, le cuesta mucho reformarse (...). Sea cual sea el partido en el poder (...) tiene que negociar con los lander (...) y conseguir mayorías (...) en el Bundestag y el Bundesrat, antes de que una decisión se pueda aplicar.
Las dos grandes máquinas políticas que son el SPD social-demócrata y la CDU-CSU representan (...) clientelas socialmente dispares con intereses a menudo discrepantes (...). En estos tiempos de gran coalición, impuesta por el empate entre la derecha y la izquierda en las elecciones del año pasado, el ejercicio es aún más delicado (...).
La demostración acaba de hacerse con la reforma del sistema de salud, adoptada tras unas negociaciones que han tardado mucho más de lo previsto (...). El nuevo fondo de seguro médico no entrará en vigor antes de 2009 y es probable que vuelva a ser cuestionado. Es una pena, porque la reforma (...) es una prioridad absoluta para una Alemania minada por el envejecimiento de su población (...).
El futuro de Angela Merkel está ligado al éxito de la actual coalición (...). Tiene que reaccionar rápido e imponerse en los próximas reformas, aquellas referentes a la fiscalidad de las empresas y el mercado laboral. Si se instala la parálisis, no será otra cosa que una canciller de transición.